Se espera que el 'cyborg' dé una respuesta concreta a la pregunta de si existe o no vida en Marte.
Aichi (Japón), (EFE).- España estará en Marte la próxima década con el proyecto P-Tinto, un robot con la última tecnología en chips de ADN que permitirán develar el secreto de la existencia o no de vida en el planeta rojo.
"En 2035, el ser humano podrá visitar Marte, pero antes es necesario explorarlo bien con robots. Europa estará en ese planeta la próxima década con sus ingenios", explicó Juan Pérez Mercader, uno de los principales cerebros españoles en Astrofísica.
Pérez Mercader, experto en Física Multiescalar aplicada a Astrofísica y Cosmología y responsable del Centro español de Astrobiología (CAB), es también el inspirador de la sala "El Ingenio" del pabellón de España en la Exposición Universal de Aichi, Japón, y mostró a la prensa las características del "P-Tinto".
Este "cyborg", como prefiere llamarlo Mercader, es uno de los protagonistas principales de la presencia española en Aichi, capaz de desafiar a los expertos japoneses, más interesados de momento en los androides y robots destinados a mejorar la calidad de la vida diaria.
Según Pérez Mercader, el P-Tinto mismo, o buena parte de los componentes tecnológicos que actualmente incorpora este robot, podrían participar en la expedición europea prevista para el 2016, cuando se espera dar una respuesta concreta a la pregunta de si existe o no vida en Marte.
España trabaja codo a codo con la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA norteamericana en los proyectos de exploración marciana, de los que el programa MARTE (Mars Astrobiology Research and Technology Experiment) es la actividad más destacada.
Este programa tiene ochenta científicos trabajando (30 del CAB y 50 de la NASA) y un presupuesto de dos millones de euros; paralelo al mismo se encuentra el desarrollo tecnológico de P-Tinto, con una partida presupuestaria semejante.
"En los últimos tres años se ha dado el gran salto", desde el punto de vista investigador y tecnológico, explicó Pérez Mercader, quien subraya la posición privilegiada que tiene España en esta senda de la búsqueda de vida en otros planetas.
Lo más destacado del P-Tinto son sus sensores, con chips de ADN que permitirán precisar la presencia o ausencia de bacterias primitivas u otros organismos primarios en el suelo marciano.
"Estos biochips disponen de 200.000 sensores químicos por cada placa, lo que permite una precisión inaudita a la hora de detectar vida en las condiciones más adversas", indicó Mercader.
Científicos del CAB español y la NASA han estado analizando la geomicrobiología del subsuelo de la faja pirítica ibérica del río Tinto, en Huelva, para tratar de demostrar que la metodología de perforación y análisis de muestras podrá ser incorporada en futuras misiones a Marte.
Los expertos han estudiado los microorganismos que viven sin oxígeno y gracias al mineral de hierro y azufre en esas condiciones del subsuelo de la faja pirítica de Huelva muy similares a las de Marte.
Los últimos datos de la exploración marciana han avanzado que en el planeta rojo hay elevadas concentraciones de minerales, como la jarosita, y de óxidos de hierro, como la goethita y las hematites, que sólo se forman en sistemas acuosos ácidos y que abundan de igual modo en el río onubense.
Según explicó a EFE Pérez Mercader, los dispositivos que lleva incorporados P-Tinto (que ya ha "visitado" el río del que toma su nombre) son excepcionales para la toma de muestras "in situ", ventaja a la que se añade su extraordinaria movilidad.
"No se trata de ruedas como en los modelos de exploradores Rover de Estados Unidos que actualmente funcionan en la superficie marciana, sino de patas articuladas que permiten una mejor estabilidad y maniobra sobre las rocas marcianas", añadió el científico.
Según Mercader, lo importante "es mandar a Marte un dispositivo capaz de moverse en terrenos muy agrestes", por lo que la tecnología española incorporada a P-Tinto tiene todas las bazas para viajar en esa expedición no tripulada europea al citado planeta.