El llamado de los empresarios laguneros y saltillenses a los aspirantes a la candidatura priista a la gubernatura, encontró de inmediato un eco positivo entre los aludidos. No se podía esperar otra cosa, ya que el rechazar una invitación formal a firmar un pacto de civilidad y respeto a las instituciones resultaría francamente absurdo entre quienes pretenden administrar los recursos del estado durante seis años. Ayer, Alejandro Gutiérrez, Javier Guerrero, Miguel Arizpe y Humberto Moreira reconocieron la importancia de respetar las instituciones electorales y se establezcan condiciones de civilidad frente a las elecciones internas del tricolor. El único que no expresó su decisión de sumarse, fue Raúl Sifuentes... pero es que se encontraba de viaje y sin duda, lo primero que hará al regresar a estas tierras es decir “yo también le entro”. No hay de otra.
Hasta aquí, nada extraordinario; sin embargo, algunos de los aspirantes aprovecharon la oportunidad para caracterizar lo que hasta hoy ha significado el proceso interno priista. Alejandro Gutiérrez , por ejemplo, reconoció que no existe “un ambiente propicio ni un clima adecuado para crear un proyecto de largo plazo a favor de Coahuila”. El ex tesorero, Javier Guerrero, por su parte, puso el dedo en la llaga al precisar que la firma de un pacto de civilidad entre los aspirantes no funcionaría si los protagonistas no acuden con la disposición de cumplir con los compromisos que se adopten. Y simplemente es una verdad de a kilo, ya que una cosa es resultar políticamente correcto, y otra lo que en verdad se esté dispuesto a hacer.
Miguel Arizpe dice que la prudencia y el respeto no es la generalidad, “hemos visto casos donde el dispendio, el derroche de recursos y las descalificaciones han pretendido superar a las ideas y las propuestas”. Y finalmente, Humberto Moreira simple y sencillamente –para evitar cualquier complicación- dice que el Instituto Electoral debe ser garante de Ley y todos tenemos que estar trabajando para que esto se logre”.
Si se revisan con cuidado las posturas de los hombres que aspiran a la candidatura, se podrá establecer con claridad el nivel de incertidumbre y complejidad en el que se encuentra el proceso interno priista. No son los detalles de la democracia, sino la resulta de falta de orden y de un compromiso superior con Coahuila.