Jerusalén, (EFE).- La Corte Suprema de Israel falló a favor de los padres adoptivos de un niño, en un proceso en el que los padres biológicos exigían su devolución y que ha sido bautizado como "el juicio salomónico del siglo".
El fallo sobre el menor en disputa, una batalla legal que ha durado meses, fue aprobado por el voto de seis magistrados contra uno, después de dos juicios ganados por los padres que lo habían entregado en adopción y que ahora exigían su devolución.
Los padres adoptivos, que no tienen hijos, criaron al niño desde que tenía diez días.
Los protagonistas, por orden judicial, no han podido ser identificados por la prensa durante el proceso que culminó aparentemente, al revertir la Corte Suprema los fallos del Tribunal de Tel Aviv en favor de los padres biológicos.
Los abogados de los progenitores recurrirán la sentencia para que el Tribunal Superior reconsidere el fallo en un caso que ha dividido a la opinión pública israelí.
La madre biológica reveló que estaba encinta a los ocho meses de embarazo pues no quiso informar antes de su estado al padre del niño. Una vez que dio a luz, lo entregó a los padres adoptivos y un año después la pareja reclamó su restitución.
La juez Ayalá Procaccia, la única que votó a favor de los padres biológicos, alegó que éstos "le proporcionarán un hogar y una familia que es carne de su carne".
Pero el presidente de la Corte Suprema, Aharón Barak, quien dijo que el fallo en torno a esta disputa "ha sido la más difícil de las decisiones", estimó lo contrario.
"No está bien exigir al niño que pague un precio caro para aliviar el dolor de sus padres biológicos", dictó el juez Barak en el fallo, y debe quedar con sus padres adoptivos para evitarle "un daño grave e irreversible" si fuese devuelto a sus progenitores.
Para este magistrado, los padres biológicos, "no están en condiciones de proporcionarle los cuidados de la paternidad".
En diciembre pasado, el Tribunal de Tel Aviv había fallado por el voto de dos jueces contra uno entregar al niño a sus padres biológicos con el argumento de que ello sería lo mejor para él dado que el padre adoptivo sufre de una enfermedad renal, lo que podría causar su muerte dentro de unos siete años, según un experto.
Los adoptivos apelaron del fallo ante la Suprema Corte con el respaldo del asesor jurídico del Gobierno y defensor del estado de derecho, Manejam Mazuz, quien argumentó que lo que más conviene es que lo eduquen ellos, "los únicos padres que conoce el niño".
