Agencias
MÉXICO, DF.- La gratuidad de la educación pública es una falacia. Al año, los padres de familia aportan alrededor de seis mil millones de pesos en cuotas para el sostenimiento de las escuelas públicas de nivel básico, cantidad que equivale a seis veces el programa escolar de Enciclomedia.
Esta cifra es una estimación realizada por la Asociación Nacional de Sociedades de Padres de Familia, en base al número de alumnos y las cuotas que en promedio cobran en cada plantel.
“Son cifras estimadas, en virtud de que la SEP no tiene un programa encaminado a evaluar y contabilizar los recursos que aportan los papás”, explicó Francisco Javier Lara, presidente de la Asociación que representa a las 200 mil sociedades de padres de familia que existen en igual número de escuelas públicas del país.
“En el Distrito Federal, al término del ciclo escolar, la SEP le solicita a los directivos junto con los padres de familia que llenen un formato para saber cuánto es lo recaudado, cuánto hay en caja, cuánto está en el banco, cuánto se gastó”.
Explicó Javier Lara que las cuotas se utilizan para pintar o remozar muros, aulas y baños; comprar materiales didácticos y de limpieza, artículos de oficina y en ocasiones hasta para pagar la ampliación de las escuelas.
Dijo que según los registros de la Asociación, los padres aportan al inicio de clases entre 200 y 250 pesos por cada niño que cursa preescolar; entre 100 y 150 pesos en primaria, mientras que en secundaria la cuota llega hasta los 400 pesos al año. Los papás hacen aportaciones adicionales en el transcurso del ciclo escolar.
Para Francisco García Martínez, presidente de la Asociación de Padres de Familia de la Secundaria Técnica 271, lo justo sería que el Gobierno reconociera las cuotas que dan los papás para el sostenimiento de las escuelas, y que esas aportaciones pudieran ser deducibles de impuestos. “Nosotros sostenemos las escuelas. Eso de que la educación es gratuita como dice la Constitución, es falso”, señala.
A los padres de familia, agrega, se les pide de todo, y la directora nunca informa sobre los recursos que recibe de la Secretaría de Educación Pública.