Espacios Arguméntales
Como se sabe, en la propuesta de Ley de Ingresos que el Ejecutivo ha enviado al Legislativo, como parte del paquete económico para el próximo año, está proponiendo una disminución del monto de los recursos de cuatro por ciento en términos reales, lo que implicaría una cifra de un billón 878.8 mil millones de pesos.
En principio, hay una coincidencia entre las fuerzas políticas representadas en el Congreso de que dicha cifra es muy baja, y que ajustando un poco los ingresos que se prevén por concepto tributarios, particularmente el Impuesto Sobre la Renta (ISR), y los ingresos petroleros, rubros en los que el Ejecutivo prevé un comportamiento negativo.
Es importante constatar que, efectivamente el ISR ha venido disminuyendo en los últimos años debido a la reducción en la tasa de este gravamen, pero también porque no habido un incremento en la recaudación y, desde luego, por el bajo crecimiento de la economía. De manera que se espera que para este año los ingresos tributarios caigan en alrededor de un dos por ciento, y el gobierno prevé que el próximo año se reduzcan en 3.1 por ciento. Sin embargo, la disminución prevista para el ISR es muy drástica.
Sobre la ineficacia en la recaudación, es relevante mencionar que la proporción de los ingresos tributarios como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) no se ha podido elevar en la actual administración, observándose incluso un ligero descenso a 10.08 por ciento durante el año anterior, luego de que en los primeros tres años esta administración se registró un leve incremento por arriba del 11 por ciento.
A contrapelo de la disminución en la recaudación tributaria, el comportamiento de los ingresos petroleros, como se sabe, ha sido extraordinaria, particularmente éstos crecieron en 25.1 y 13.6 por ciento durante 2003 y 2004 respectivamente. Además, es interesante constatar que mientras que en el año 2000 la proporción de los ingresos petroleros en relación al total de los ingresos presupuestarios era del 33 por ciento, para 2005 su peso aumentó al 37.6 por ciento.
Por lo que toca a este año, el crecimiento de los ingresos petroleros bien podría ubicarse entre el ocho el nueve por ciento. Sin embargo, es de llamar la atención que la proyección oficial para el próximo año en este rubro es de una caída de cuatro por ciento, en términos reales.
Así pues, en una conclusión de primera instancia, podemos decir que los ingresos petroleros han sido determinantes en el comportamiento de los ingresos presupuestarios, reiteramos, debido al extraordinario repunte de los precios del petróleo en los últimos meses, y en contraste al magro desempeño de los otros tributos: Impuesto Sobre la Renta e Impuesto al Valor Agregado, lo que hace patente la urgente necesidad de una reforma hacendaria.
Este marco que describimos es muy útil para considerar la ya mencionada reducción que plantea el gobierno en el monto de los ingresos presupuestarios en cuatro por ciento, proyectando, como ya se dijo, un comportamiento negativo del ISR y de los ingresos petroleros, planteando que el precio de la mezcla mexicana se ubicara en 31.5 dólares por barril durante 2006.
En este último punto se va a centrar buena parte de la discusión. Para un grupo de legisladores la previsión del precio es muy baja y señalan que un precio de 35 dólares por barril es razonable, una cifra que probablemente no sea bien vista por el Secretario de Hacienda, más aún si en este año el precio promedio se ubica en los 40 dólares por barril.
Desde luego, una cifra más alta, como 36 dólares por barril, es muy difícil que sea aceptada, porque implicaría confiar una parte importante de los ingresos sobre una base muy volátil.
Por el lado de modificaciones a las previsiones de IVA e ISR, pues se ve muy complicado, ya que tendría que haber medidas verdaderamente espectaculares para que se elevará la captación de ambos gravámenes; aunque, como ya se mencionó, la previsión sobre una caída en el ISR es drástica, de nueve por ciento, sobre todo si se está considerando que el crecimiento económico va a ser prácticamente igual que el de este año, solamente que se esté pensando que la eficacia recaudatoria será menor todavía. El caso es que atemperar esta cifra daría unos miles de millones de pesos más.
Sea como sea, con los ajustes comentados, se habla de la posibilidad de elevar los ingresos en una cifra de entre 60 y 80 mil millones de pesos. Aún ubicándonos en la cifra más alta, de cualquier manera la previsión de los ingresos presupuestarios para el próximo año sería de una reducción, si bien menor a la propuesta de cuatro por ciento planteada por la Secretaria de Hacienda. Sin duda alguna la Secretaria Crédito Hacienda y Público (SHCP) tiene dentro de sus previsiones este ajuste y por ello planteo tanta holgura en su propuesta; la misma que planteo en su proyecto de de superávit fiscal de 0.2 por ciento.
En fin, ya veremos en esta semana el resultado de la puja por los ingresos previstos, cuando en el Congreso emitan la Ley correspondiente, veremos de que tamaño son los ajustes realizados por el Legislativo, y si el margen previsto por Hacienda está dentro de las rectificaciones. Luego vendrá la batalla por los gastos, pero esa es otra historia. Hay tareas.