VIDA EN MATRIMONIO| Destruye la monotonía la vida en pareja.
La vida de pareja es un reto constante que exige, entre otras cosas, creatividad y mucha imaginación para no permitir que la rutina la deteriore, o, en algunos casos, hasta la destruya. Agradezco el interés de nuestros lectores por proponer como tema central los encuentros y desencuentros de los cónyuges.
FALTA DE COMUNICACIÓN
He estado casado durante siete años; mi esposa tuvo una vida sexual activa antes de que la conociera. Yo tenía encuentros muy ocasionales con amigas o novias, pero era más frecuente con prostitutas, por lo que no me considero versado en los orgasmos femeninos. Tengo que decirle que las relaciones con mi esposa se han espaciado a una por mes, con el pretexto de los hijos, los gritos, el cansancio, etcétera. Yo he recurrido a la masturbación para sofocar mi líbido.
El otro día se dieron las cosas, los niños se fueron con sus tíos, y en la soledad tuvimos relaciones. Creo que mi esposa se excitó y llegó al orgasmo, pero jamás en la vida me había pasado que llorara durante éste. Realmente no sé qué pensar y realmente no sé si fue auténtico ese sentimiento.
Ojalá me pueda orientar y darme alguna razón lógica o física para ese comportamiento. Mi autoestima está lastimada; no sé qué pensar.
Pedro.
Me da mucho gusto que usted tenga la confianza suficiente en este espacio como para plantear sus dudas y su angustia, para eso fue creado, pero sabe qué, lo ideal hubiera sido que estas preguntas que tanto lo inquietan se las hubiera hecho a su mujer.
Le puedo asegurar que las respuestas frente a los orgasmos son muy variadas y diversas, tantas como mujeres existimos en el planeta. Algunas por la intensidad del placer producido lloran, otras se ríen a carcajadas, algunas gritan fuertemente, existen las que son muy discretas aunque no menos intensas, en fin, cada una manifiesta su gusto de mil formas.
Si eso le preocupaba, puede quedarse tranquilo, su mujer se encuentra dentro de un rango de normalidad. La masturbación como alternativa sexual es muy buena, siempre y cuando no sustituya el contacto humano. Así que usted también esta dentro de lo normal. Pero en lo que le invitoa reflexionar es en la relación que ahora enfrentan.
Todo parece indicar que cada día se aislan más uno del otro, los pretextos para evitar el contacto sexual son los típicos de alguien que no se siente contenta (o) y en lugar de favorecerlo, lo evita.
Dejar de comunicarnos con nuestra pareja es empezar a cavar la tumba de la relación. En algo tan íntimo y tan importante como es la sexualidad, usted debe tener la confianza de preguntarle a ella cómo se siente, qué le gusta más, por qué lloró; no lo demerita un ápice el decir qué te pasa. Usted es su esposo, su amante, no su adivino particular, así que no tiene por qué entender lo que le sucede.
Lo que pasa es que en general, a los hombres les hacen creer que ellos saben todo sobre sexualidad y les da pena preguntar, y aquí entre nos, tienen las mismas deficiencias que nosotras en materia sexual. Dese la oportunidad de aprender cada día más sobre su cuerpo y el de su esposa, no deje de aprender sobre este aspecto vital de la vida de pareja; cuando creemos que todo lo sabemos, empezamos a perdernos.
El haber tenido experiencias con prostitutas no lo hace un experto en la materia, así que este es un buen momento para empezar a crecer en sexualidad y mejorar su relación de pareja.
Hay varios libros en el mercado editorial, deténgase a revisarlos; otro camino sería que usted y su esposa se hicieran asesorar por un terapeuta sexual que a la par que les dará herramientas para mejorar sus encuentros íntimos, les apoyará para mejorar su comunicación y en general su vida de pareja. Las relaciones personales son como las plantas, hay que regarlas y cuidarlas para que florezcan.
NO SE ACABAN DE SEPARAR
Mi nombre es Rodrigo y tengo 24 años. Llevo año y medio de no vivir con mi esposa que es 8 años mayor que yo. Durante esta separación nos las hemos pasado peleando, discutiendo, reclamando, reconciliando. Aún así teníamos nuestros momentos íntimos donde nos consentimos mutuamente. Desde hace poco tiempo, algo ha pasado entre nosotros y nos es muy difícil llegar al orgasmo, de hecho hay veces que ni siquiera he podido mantener una erección.
Hemos platicado porque suena lógico pensar en que nuestro amor está muy dañado o de plano muerto, pero ella asegura amarme así como yo a ella. Quizá sean tantas discusiones, preocupaciones o por qué no, quizá no queremos ver que lo nuestro se terminó finalmente.
Me gustaría un consejo para ambos, ya que esto nos tiene muy desconcertados, quisiéramos encontrar una solución.
El amor, a veces, no es suficiente para que una relación de pareja funcione. El sexo, tampoco. Como lo habrás experimentado en carne propia, se requieren de otros elementos, por ejemplo, aprender a dirimir las diferencias; saber comunicar nuestras necesidades; abrir bien los oídos para escuchar las de la pareja; saber organizar la economía y el funcionamiento de la casa, además de un largo etcétera. Por otro lado, la separación de las parejas no se da de manera instantánea, alguno (a) puede salirse de la casa, pero falta la separación emocional, esa es la que cuesta más trabajo. Hay quien hace trámites de divorcio y con el papel en la mano sigue deseando a su pareja.
No tengo todos los detalles de tu relación, pero me parece que son buenos candidatos para una terapia de pareja. No sueñes con que el o la terapeuta va a darles soluciones mágicas ni tampoco va a "salvar" tu matrimonio. Durante un proceso de este tipo, las personas vamos aclarando ideas, vamos identificando los nuevos caminos a seguir, y por qué no, podemos terminar la relación sin rencores y manteniendo ese amor que ahora los confunde.
¿Quieren seguir juntos pero vivir separados?, ¿alguno ya tiene un proyecto de nueva pareja?, ¿están muertos del miedo?, ¿se sienten culpables del truene? Hay muchas preguntas que deben plantearse y responderse con ayuda profesional. Si la pareja no quiere, tú puedes iniciar un proceso que te ayudará en esta y otras etapas.
