Invitación a la lectura
Si son verídicas las leyendas tradicionales árabes, el primer encuentro del Islam con el soberano del cristianismo debe haberse desarrollado más o menos así. Los correos del profeta transmitían mensajes de idéntico tenor a los soberanos de los reinos universales, de la antigüedad greco-romana, declinantes y también a sus sustitutos en Persia, en Egipto y en Yemen. ?Los beduinos que a principio de junio del año 628 salían de la Arabia desconocida y enigmática atravesando rápidamente los desiertos en cabalgatas que duraban noches y días, fueron los primeros mensajeros de una nueva era. Por su intermedio se dieron a conocer al mundo por primera vez cuatro conceptos extraños. Alá, Islam, Musulmán y Mahoma. Nombres de un dios desconocido, de un poder explosivo, de sus seguidores fanáticos y de sus profetas. Ejemplos esenciales para el imperio gigantesco que en los próximos siete siglos se extenderían desde los Pirineos hasta el Himalaya: el imperio sarraceno. ?Más grande que Roma, Bizancio o Persia en sus momentos de apogeo?. En este periodo de 700 años, los sarracenos asimilaron a su fe, a su idioma y hasta a su apariencia externa a más naciones extranjeras que cualquier otro pueblo o después de ellos ? como ser griegos, romanos, anglosajones, rusos o americanos? dice Felipe Khuri Hitti, un orientalista de la universidad americana de Princeton, nacido en Líbano.
Sarracenos: ¿dónde se origina esta palabra? ¿Qué es lo que circunscribe? Demos un vistazo a nuestra Biblia. Allí se habla de ?gente que vive hacia el oriente?. Leemos acerca de ?criaturas del oriente?. Esto suena a cuento fabuloso, sin embargo, geográficamente y etimológicamente solo refleja un concepto poco selectivo. Para nosotros los europeos, lejos del lugar del acontecer bíblico, ?la tierra de oriente? es todo lo ubicado al este del Mar Mediterráneo. Sin embargo, para los informantes del Antiguo Testamento, el punto de referencia estaba fijado con mayor precisión: Palestina. ?Hacia oriente? significaba para ellos ?al este de Palestina?. En consecuencia las criaturas de la ?tierra de oriente? son grupos de beduinos que llevaban su vida nómada y bélica en el desierto, al este y sudeste de Palestina.
La culpa de este malentendido la tiene la traducción errónea de una palabra de origen semita ?Ben? (hebreo) o ?Ibn? (árabe) significa hijo, el plural (árabe) es ?Banu?. Esto significa también criatura, en sentido más amplio descendientes y con ello finalmente tribu. (Mahoma era un miembro del Banu Kora, o sea un chiita de Kora).
ROLF PALM. LOS ÁRABES. LA EPOPEYA DEL ISLAM. LO INEXPLICABLE. JAVIER VERGARA EDITOR. BUENOS AIRES, ARGENTINA. 1980.