Invitación a la lectura
El culto de Dionisos tenía dos aspectos: uno, hondamente triste porque recordaba la muerte del dios; otro jubilosamente apasionado, porque se refería a su resurrección. Dionisos era un dios agrario y en su historia ?en la que se insinuaba vagamente la imagen del destino humano? estaba comprendido el opaco apagarse de la vida en el invierno, y su brillante resurgir en primavera. En esta época se celebraban fiestas mística, y la embriaguez producida por la luz, el jugo fermentado por la vid y el nuevo calor del sol, que envuelto en la brisa acariciaba a los seres, los capullos y las hojas nuevas, se traducía para los fieles de Dionisos en cantos de alegría, gritos sin sentido, bufonadas, diálogos burlescos y disputas. El conjunto de los festejos que entonces se llevaban a cabo se llamaba ?Comos? y del ?Comos? surgió la ?Comedia?. Sólo era necesario encauzarla, darle una forma y un argumento, y de eso se encargó Epicarmo que hacía ya verdaderas comedias en la primera mitad del siglo V. Pero por lo pronto, la comedia no fue tomada en serio, en primer lugar porque no parecía lógico que lo fuese , ya que su verdadera razón de ser era la broma y la risa. Sin embargo, los que se dedicaban a este género, fueron tomando ejemplos de la tragedia, mucho más antigua y definida; e imitando su contextura, sus máscaras y el número de sus actores, llegaron a lograr que se instituyeran también concursos para las comedias. Los actores solían ser tres, aunque hubo mucha flexibilidad para aumentarlos, pero los coreutas fueron desde luego muchos más en la tragedia e iban disfrazados de un modo estrafalario, ya fuera de pájaros, lidios, cínifes, ranas, centauros, argos, acarnanios, avispas, caballeros, babilonios o nubes. Las nubes, por ejemplo, estaban dotadas de una enorme nariz que movía a risa, y los pájaros de un pico monstruoso que entrechocaban al bailar el ?cordex?, especie de zarabanda llena de saltos y desordenados movimientos. Las caretas de los actores no eran menos ingeniosas, y así en cierta escena en que el heraldo entraba a anunciar a ?Pseudartabas el ojo del Rey?, cuando éste aparecía resultaba ser un solemne personaje con un ojo que le llenaba toda la cara.
Estas narices gigantescas, estos picos desmesurados, los vientres redondos y empinados y las grupas salientes, dan a entender lo que quiso ser ante todo la comedia: un espectáculo para hacer reír a toda costa. La comedia era una caricatura dispuesta a exagerar los rasgos con el fin de hacerlos más visibles, especialmente en el campo de la política.
HISTORIA DE LA CULTURA. F. ESTEVE BARBA. SALVAT EDITORES. S. A. BARCELONA ? MADRID ? BUENOS AIRES ? MÉXICO ? CARACAS ? RÍO DE JANEIRO.
