París, (EFE).- Doce mujeres europeas acaban de pasar 60 días recostadas ligeramente boca abajo en una simulación de los efectos de la ingravidez realizada en el Instituto de Medicina de Fisiología Espacial de Toulouse (sur de Francia).
El responsable del programa llamado WISE (Experimento de Simulación Internacional en Mujeres, según las siglas en inglés), Arnaud Beck, aseguró que el objetivo de la prueba era "reproducir las condiciones que se dan en el espacio" para averiguar cómo paliar su influencia en los astronautas.
El experimento ha sido efectuado conjuntamente por el Centro Nacional francés de Estudios Espaciales (CNES) y las agencias espaciales de Canadá y Estados Unidos (NASA).
La ingravidez genera una pérdida mensual del 1 por ciento de la masa ósea, así como problemas cardiovasculares, entre ellos la hipertensión o las taquicardias.
Beck explicó que "se distribuyó a las doce voluntarias en tres grupos: unas hacían ejercicio casi diario, otras recibían una alimentación especial (con mayor cantidad de proteínas) y las restantes no cumplían ninguna de las condiciones anteriores".
"Se han escogido sólo mujeres porque ya hay muchos estudios previos sobre el efecto de la ingravidez en los hombres y cada vez habrá más astronautas féminas", matizó el responsable del programa.
Durante el experimento, las participantes no pudieron abandonar en ningún momento su postura (tumbadas con los pies situados seis grados por encima de la altura de la cabeza), y tuvieron que comer reclinadas hacia un lado o boca abajo, y ducharse tumbadas sobre la cama, que estaba completamente plastificada.
Tampoco pudieron recibir visitas de allegados porque las emociones pueden interferir en los resultados, principalmente en los cardiovasculares.
Además, una cámara registró los movimientos de las "cobayas" de manera ininterrumpida durante toda la duración de la prueba.
"Han perdido mucha masa muscular, por lo que necesitarán rehabilitación", explicó la responsable de seguimiento médico del programa, Brigitte Godard.
Las participantes (tres finlandesas, una suiza-alemana, una escocesa y siete francesas) tenían que cumplir una serie de requisitos para participar en el programa WISE: ser ciudadanas europeas, tener entre 25 y 40 años, encontrarse en perfecto estado de salud y no seguir ningún tratamiento médico.
Asimismo, tuvieron que pasar una prueba médica y otra psicológica para verificar su capacidad de soportar dos meses en estas condiciones.
Las conclusiones del estudio se conocerán dentro de cuatro o cinco meses.