Agencias
FOXBORO, MASSACHUSSETS.- Una majestuosa producción musical encabezada por los legendarios Rolling Stones puso en juego esta noche el primer partido de futbol americano de la NFL.
Para abrir la temporada regular 2005, que arrancó con el juego en el que el actual bicampeón de la liga, Patriotas de Nueva Inglaterra recibió en el Gillette Stadium a los Raiders de Oakland, los organizadores prepararon una impresionante fiesta previa con shows en vivo realizados simultáneamente en diferentes ciudades de la Unión Americana.
Con su líder Mick Jagger al frente, la banda Rolling Stones apareció en un espectacular escenario montado debajo del marcador del Gillette Stadium para interpretar el primer tema de su más reciente álbum, A Bigger Bang.
Minutos después, la señal televisiva "viajó" hasta Los Ángeles para llegar al Coliseo de esta ciudad, donde Kanye West ya continuaba el show musical en vivo, y al terminar su primera canción dejó en ese escenario a Maroon 5.
El ambiente fue verdaderamente festivo, no sólo por el encuentro deportivo, sino también por la música seleccionada por el elenco artístico que inauguró la temporada.
El público mostró su euforia cuando el guitarrista tapatío Carlos Santana y el grupo Green Day pisaron el escenario instalado en la casa de los Patriotas, donde también la cantante Michelle Branch interpretó un tema acompañada por el músico de origen mexicano.
El impacto lo puso Ozzy Osbourne cuando apareció dentro de un escenario que simulaba un enorme casco de futbol americano, lo cual hizo enardecer a los miles de espectadores que se dieron cita en el estadio de los Patriotas.
El rockero dejó el micrófono a Robert Kraft, dueño de los Patriotas, quien agradeció a los aficionados el apoyo mostrado al equipo y posteriormente presentó a sus jugadores para luego dejar que Trisha Yearwood interpretara el himno nacional para anunciar el inicio del encuentro deportivo.
