Pekín, (EFE).- China celebró esta semana un campeonato para dilucidar qué pareja de artistas es capaz de interpretar la mejor "danza del león" en el país, dando carácter deportivo a una tradición con siglos de historia y conocida en todo el mundo.
Las nueve mejores parejas de leones danzantes de China se dieron cita en la ciudad sureña de Foshan, en la provincia de Cantón, para demostrar en un estadio deportivo cuál era capaz de los bailes más espectaculares.
Aunque generalmente estos dragones de mimbre y papel maché, multicolores y alegres, bailan en el Año Nuevo Chino y otras fiestas orientales, en esta ocasión se reunieron para competir unos con otros por el honor y un premio de 20 mil yuanes (dos mil 400 dólares).
Tuvieron que actuar en dos modalidades: estilo libre y "meihuazhuang", un complicado baile en el que el león se mueve sobre estacas situadas a un metro de altura sobre el suelo, con equilibrios imposibles.
Los participantes en el campeonato, que celebró su tercera edición del 23 al 26 de febrero, procedían todos de la parte meridional de China, ya que esta tradición está más arraigada en esa región que en el frío norte.
Un león local de Foshan, del grupo denominado "Fuwei Longsi" (Dragón-León Próspero y Solemne) se hizo con el galardón, imponiéndose a las parejas procedentes de Cantón, Taiwán, Hong Kong y Macao, informaron a EFE los organizadores de la competición.
Con la victoria, Foshan mostró la superioridad -ha ganado en los tres campeonatos celebrados- que le da ser el lugar de China con más grupos de danza de leones, unos 200, así como la cuna de esta tradición de 2.000 años.
"Los participantes representan el mejor nivel de danza del león en el mundo actual", destacó un responsable del Buró de Deportes de Foshan, organizador del campeonato.
La fuente añadió en declaraciones a EFE que en el futuro esperan dar al campeonato carácter internacional, dado que las danzas de leones se siguen practicando en muchos países con grandes comunidades de chinos, como Malasia, Singapur o Tailandia.
Este baile, que en Foshan puede verse casi todos los días del año, nació durante la dinastía Han (205 AC-220) y logró su máxima expresividad artística, como otras artes chinas, durante el periodo Tang, entre los siglos VIII y X.
Los antiguos chinos crearon esta danza y otra igualmente célebre, la del dragón -llevado en volandas por decenas de personas que lo sostienen con palos- para atraer la suerte y la felicidad.
El león también danza para ahuyentar a los malos espíritus, y por ello anda en zig zag combinado pasos adelante y atrás (la tradición oriental considera que los fantasmas sólo pueden caminar en línea recta).
Estos leones, que no pueden faltar en los barrios chinos de ningún país del planeta, deben tener un cuerno con forma de ave fénix, grandes orejas y cola de unicornio, un espejo en la frente para alejar los espíritus y una barba como la de los dragones.
Es curioso que el león, un animal que no existe en el país oriental, fuera escogido por los antiguos chinos para llevar a cabo estas danzas, que suelen ser realizadas por experimentados luchadores de kung-fu, dado lo complicado de sus movimientos.
Al parecer, los antiguos reyes de la zona en la que actualmente se asienta Afganistán regalaron a los emperadores chinos leones con el fin de ganarse su favor, lo que permitió a China conocer ese animal y simbolizarlo en las danzas.
Sin embargo, muchos chinos no habían visto en su vida un león, y para confeccionar los disfraces se basaron en otros animales más cercanos, lo que hizo que los "leones" del norte de China se parezcan a un perro pequinés, y los del sur a un gato.
Hay muchas leyendas en torno al origen de esta danza. Unas dicen que recuerda la hazaña de un maestro de kung fu, que mató a un león que atemorizaba un pueblo, mientras que otras dicen que fue la fiera la que ayudó a una población, luchando y derrotando a un monstruo.
Las danzas de los leones formaron parte de la historia de China durante siglos y en ocasiones estuvieron a punto de cambiarla, como durante la dinastía manchú de los Qing (1644-1911).
Los manchúes, del noreste de Asia, crearon un "apartheid" en el que los chinos, aun siendo los más numerosos, ocupaban el más bajo escalafón, lo que generó grupos de descontentos que usaban las danzas del león para conspirar contra los emperadores.
Para burlar la vigilancia de los manchúes, los disidentes usaron las danzas para transmitirse información secreta, ocultos bajo el disfraz del animal.
