La información sobre la supuesta drogadicción de la modelo empieza a afectarle.
EFE
LONDRES, INGLATERRA.- Los multimillonarios contratos de publicidad que ligan a Kate Moss con conocidas multinacionales de la moda podrían peligrar por las informaciones aparecidas en la prensa británica que atribuyen a la modelo una afición desmedida a la cocaína.
Según advierte el vespertino londinense Evening Standard, Kate Moss, de 31 años, que negó hace dos años que se drogase, puede tener problemas con al menos cinco grandes empresas de moda con las que trabaja por culpa de esas informaciones.
Un video obtenido por el diario Daily Mirror mostraba el jueves a Moss inhalando cocaína en un estudio de Londres mientras su novio, el cantante Pete Doherty, de 26 años y conocido drogadicto, participaba en una grabación.
Por segundo día consecutivo, el Daily Mirror saca el tema en portada con una foto que, según afirma el periódico, muestra a la supermodelo preparando unas dosis de cocaína con ayuda de una tarjeta de crédito.
Otros periódicos, como The Sun o el Daily Mail, se ocupan también de la supuesta drogadicción de la modelo, que tiene una hija de dos años.
Según ese tabloide, Moss, que participa actualmente en la Semana de la Moda de Nueva York, tiene agentes que le proporcionan cocaína donde quiera que viaja y gasta trescientos euros al día en ese hábito.
Tanto la familia de Moss como sus amigos le han advertido del peligro que corre por su relación con Doherty, que ha dado más que hablar últimamente por sus problemas con las drogas que por su música.
Moss tiene, según el Standard, una fortuna personal que muchos calculan en cerca de cuarenta millones de euros y el año pasado se otorgó a sí misma un salario de 190,000 euros y 300,000 más de dividendos de su empresa, Skate Enterprises.
Su historia
A mediados de los 90, varias chicas aspiraban a lucir como si fueran adictas. Gracias a una serie de anuncios de Calvin Klein se popularizó el "heroin chic", un look caracterizado por la delgadez exagerada, la palidez, las ojeras y la mirada vidriosa.
Muchas modelos sólo se arreglaban para conseguir ese aspecto, pero otras realmente usaban heroína u otras drogas. La más popular del momento era la inglesa Kate Moss, nacida en 1974. Aunque entonces aseguraba que no recurría a sustancias ilícitas, después confesó que nunca se había subido sobria a una pasarela.
En 1998 terminó su relación con su prometido, el actor Johnny Depp. Se dijo que él la dejó porque ella lo engañó con Lenny Kravitz. En todo caso, para Kate fue favorable, pues al encontrarse sola decidió pasar un tiempo en la clínica de desintoxicación Priory en Londres, y luego ingresó a Alcohólicos Anónimos y Narcóticos Anónimos.
Modeló después para Chanel, Narciso Rodríguez, Versace, Yves Saint Laurent, Gucci, Louis Vuitton, Burberry y otras casas de moda. También se adentró un poco en el medio del entretenimiento, y obtuvo papeles en programas televisivos y cintas como Beautopia (1998) y Original Copies (1999).
En 2002, a sus 28 años, tuvo una hija con el empresario Jefferson Hack, situación que la alejó todavía más de las drogas.
Sin embargo, alguien que las utiliza en grandes cantidades es su más reciente novio, el músico Pete Doherty, quien está al frente de la banda Babyshambles y antes pertenecía al grupo punk The Libertines.