El gobernador de Tabasco alertó cinco meses antes de la explosión a la
paraestatal sobre los peligros de la red .
SUN-AEE
VILLAHERMOSA, TABASCO.- Cinco meses antes de la explosión del gasoducto de 48 pulgadas, registrada el viernes ocho de julio y que ya cobró cuatro vidas, los directivos de Petróleos Mexicanos fueron advertidos por autoridades de Tabasco del peligro que representaban los kilómetros de tuberías que transportan hidrocarburos por el territorio tabasqueño.
Así lo señaló el Gobierno del Estado, al precisar que desde el nueve de febrero de este año, luego de accidentes ocurridos en la red de ductos de Pemex en Veracruz y Tabasco a fines de 2004, el gobernador Manuel Andrade Díaz advirtió al director general de la paraestatal, Luis Ramírez Corzo, que la cantidad importante de tuberías podrían ser potencialmente peligrosas, y le señaló que ?sus programas de mantenimiento y sustitución de estas líneas no son lo suficientemente claros y detallados?.
El gobernador de Tabasco enlistó que por la entidad se transportan y distribuyen más de un millón 600 mil barriles de petróleo por día; dos mil 800 millones de pies cúbicos de gas diarios, así como la mayor parte de condensados que se producen en el país a través de una red de ductos de 11 mil kilómetros.
El número de pozos perforados en la región Sur sobrepasa los siete mil y de éstos sólo mil están en producción, ?razón por la cual existe una cantidad importante de tuberías que podrían ser potencialmente peligrosas? y que tienen una antigüedad de 20 a 30 años. En ese contexto, solicitó un informe sobre las estrategias que considera la paraestatal para prevenir, mantener y/o sustituir esta red de ductos ?que nos permita garantizar la seguridad de la población tabasqueña y su entorno ecológico?.
La inquietud de las autoridades estatales fueron generadas a raíz de las declaraciones de Ramírez Corzo en su comparecencia ante la Cámara de Diputados, en el sentido de una falta de mantenimiento a los ductos de Pemex, y ?nos preocupa que en nuestro estado pueda ocurrir otro siniestro de mayor alcance que afecte a la población y, por ende, un grave deterioro al medio ambiente?.
En el oficio DSG/010/ 2005 dirigido al director general de Pemex, Andrade Díaz refirió que dadas las condiciones geohidrológicas de Tabasco, un derrame de las características del registrado en Nanchital y que contaminó el río Coatzacoalcos, impactaría de manera importante a las comunidades y al entorno ecológico.
En respuesta a la petición del gobernador de Tabasco, el primero de marzo de 2005 -oficio DG-034/2005, el titular de la paraestatal manifiesto que compartía la preocupación y pretextó que se necesitaban recursos para dejar en óptimas condiciones las instalaciones petroleras para evitar daños a instalaciones, afectación a la salud y la seguridad de las personas y en deterioro al medio ambiente.
En su contestación el directivo de la empresa reiteró ?lo imperioso de disponer con oportunidad de recursos presupuestales suficientes para atender estas actividades y contrarrestar los rezagos y brechas que se han acumulado a lo largo de los años en la materia?.
Contar con el dinero permitiría, por ejemplo, ?proceder a un agresivo programa de taponamiento de pozos improductivo y acelerar el programa de inspección y rehabilitación de ductos, o substitución cuando sea el caso, en todo el país?.
También, el director general de Pemex-Refinación, Juan Bueno Torio, envió otro escrito- respuesta, de fecha diez de marzo, en el que aseguró que ?las condiciones de operación del poliducto -para transportación de gasolinas- y su ramal son seguras?.
Incluso adujo que estaba ?en marcha el Programa institucional de ductos denominado CERTUM II, en el que se incluye la rehabilitación integral de estos ductos con trabajos que tienen programado iniciarse en el mes de octubre de 2005 y concluir en febrero de 2006, con una inversión de 35 millones de pesos?.
Estos trabajos consistirán en la inspección interior con equipo instrumentado, la rehabilitación del ducto donde así sea determinado y la certificación del mismo, con lo que se garantizará nuevamente por los próximos siete años la operación segura y confiable del mismo, ?mientras tanto -concluye la misiva- operamos los ductos con presiones de bombeo que nos permiten garantizar la seguridad?.