Justo en el momento en que Marta Sahagún de Fox, y sus hijos, se encuentran en el ojo del huracán de la estéril polémica política en turno, aparece la Secretaría de la Función Pública para anunciar la inhabilitación hasta por 20 años para ocupar cualquier cargo público y la sanción económica por dos mil 842 millones 299 mil 492.16 pesos contra varios ex funcionarios de Pemex incluido su ex director, Rogelio Montemayor Seguy, por el caso “Pemexgate”.
Hoy, cuando el reciente viraje en la postura de Los Pinos en el caso del desafuero de Andrés Manuel López Obrador, permitía a los ciudadanos el imaginar un cierre de sexenio sin tantos sobresaltos, golpes bajos, dimes y diretes... sin tanta contaminación pseudopolítica, resurge con fuerza el tema del desvío de recursos públicos, vía el sindicato de la paraestatal, para la campaña priista de 2000 y otra vez, el ex gobernador coahuilense se encuentra frente a la vitrina. Y el asunto no es cualquier cosa, ya que la Secretaría de la Función Pública decidió multar a Montemayor con mil 421 millones de pesos.
De inmediato, las reacciones a diestra y siniestra: que si es una prueba de que el desvío de fondos a la campaña de Labastida no es un asunto cerrado, según el diputado federal panista José González Morfín, pese a que la PGR no encontró elementos para proceder contra el extraditado ex mandatario coahuilense; que si simplemente se trata de una injusticia, según el gobernador Enrique Martínez, o bien, una maniobra política, según el propio aludido y que hoy tiene una multa gigantesca que pagar.
No falta el suspicaz que advierta el momento en que el Gobierno Federal decide anunciar las sanciones contra varios ex funcionarios de Pemex y que bien podría significar, un intento por bajar la presión del escrutinio social al caso de los hijos de Marta Sahagún. La clase política, quienes hoy nos gobiernan, han demostrado sobradamente -por sus acciones y omisiones- que se puede y debe pensar mal para acertar sobre las razones que motivan a los principales actores de la escena nacional, y en esta ocasión le toca pagar el pato al coahuilense y ex compañeros de aventuras en la paraestatal.