Padece China una desproporción entre el número de niños y niñas que nacen en el país; por cada 100 mujeres hay 119 varones.
PEKIN, (Reuters).-China va a penalizar el aborto selectivo de fetos femeninos para corregir un desequilibrio en la proporción de niños y niñas que ha aumentado desde que se introdujo la política de un solo hijo hace más de 20 años.
Cifras gubernamentales muestran que por cada 100 niñas, nacen 119 niños en el país más poblado del mundo, pero Pekín se ha fijado el objetivo revertir el desequilibrio para el año 2010, dijeron medios estatales.
China aplicó la política de uno solo hijo a principios de los ochenta para frenar el crecimiento de su enorme población -que oficialmente alcanzó el jueves los mil 300 millones- pero las restricciones han alentado una preferencia tradicional por los hijos varones.
"El gobierno lo asume como una tarea urgente para corregir el desequilibrio de género de los recién nacidos", dijo la agencia oficial Xinhua citando a Zhang Weiqing, ministro encargado de la Comisión Nacional de Población y Planificación Familiar.
"Como una medida nueva, la comisión empezará a redactar revisiones del Derecho Penal para prohibir de forma efectiva la detección del género del feto y el aborto selectivo si no es por legítimos propósitos médicos", dijo Zhang.
El aborto selectivo por razón de sexo ya está prohibido, pero tecnologías como las ecografías han hecho más fácil conocer el género del bebé por adelantado, aumentando las posibilidades de abortar niñas.
Xinhua citó a expertos diciendo que penalizar la prohibición sería un factor disuasivo más efectivo. No dio detalles sobre qué posibles castigos podrían aplicarse.
Sin embargo, algunos demógrafos han dicho que acabar con el desequilibrio de género no es simplemente un caso de reprimir los abortos, y señalan que en zonas pobres rurales las niñas no reciben los mismos cuidados que los niños, lo que resulta en una mayor tasa de mortalidad infantil de las niñas.
Los chinos prefieren tradicionalmente a hijos varones porque se consideran más capaces de sostener a la familia, mantener a los mayores y continuar la línea familiar.
Las hijas se convierten en miembros de la familia de su marido cuando se casan.