Debido a la gran cantidad de profesionistas que egresa de las escuelas de veterinaria y a la poca demanda que existe en la actualidad de trabajo en el campo, de instituciones privadas y de gobierno, se han incrementado los consultorios veterinarios en la ciudad.
Como todos los negocios, los hay buenos y no tan buenos, legales ilegales, con esto me refiero a los consultorios o clínicas que se encuentran dando el servicio sin haber un médico veterinario como propietario o responsable las ocho horas de servicio al día, o sencillamente ?bautizan? el negocio con un nombre de una clínica de prestigio establecida durante años.
¡La competencia es magnífica! Los competidores hacen más por nosotros que nuestros amigos, los amigos son demasiado amables para señalar nuestros defectos, pero los competidores hacen todo lo posible por publicarlos.
Los competidores son eficientes, diligentes y atentos, nos obligan a mejorar nuestros servicios y sobre todo a la actualización.
Los competidores mandarían a la quiebra nuestros negocios si pudieran; esto nos mantiene alerta a fin de eficientar lo que tenemos.
Si no tuviéramos competidores seríamos mediocres, incompetentes y desatentos, necesitamos la disciplina que ellos imponen sobre nosotros para realizar la actualización y la especialidad.
Sean bienvenidos nuestros nuevos competidores, ellos nos obligan a ser mejores cada día. Afortunadamente quien sale beneficiado con la excelencia de los servicios veterinarios... es su querida mascota; ella es la indicada para decirle dónde fue tratada con mayor respeto y profesionalismo.
