Una vez más tuve la oportunidad de ver reunidos a miles de veterinarios dedicados todos ellos a perros y gatos, qué experiencia tan más sensacional.
Afortunadamente el Congreso Mundial de Especialistas en Pequeñas Especies se realizó en la Ciudad de México, donde tuvimos la oportunidad de asistir varios colegas de nuestra Asociación Regional. Aunque no dejó de ser agotador, nos resultaron días de distracción y de bastante provecho, además de salir del estrés diario de nuestras actividades.
De nuevo nos sentimos universitarios, teníamos que levantarnos temprano y esperar el turno del baño, dejar a la suerte la cama más pequeña del hotel y hacernos las bromas de la universidad, la tentación del paseo nocturno de México que sólo quedó en eso, en pura tentación, pues el cansancio, la inseguridad de la ciudad y nuestra edad nos hizo desistir de las ?nuevas experiencias? que pretendimos vivir.
El día era agotador, las pláticas daban inicio a las 8:30 de la mañana hasta las 7:30 de la tarde, se realizaron más de trescientas conferencias durante los cuatro días de duración del congreso, simultáneamente se daban doce conferencias a la misma hora, naturalmente en diferentes salones por especialistas de todo el mundo, salíamos de una plática y hacer fila en otro salón para recibir el aparato que nos traducía al español el idioma del conferencista, escogíamos la plática según nuestra especialidad o lo interesante del tema, había la especialidad de cardiología, dermatología, gastroenterología, ortopedia, oftalmología, nefrología, otorrinolaringología, acupuntura, neurología, endocrinología, etología, ginecología, entre otras, nos colocaron una pulsera con un chip, y al ingresar a cada salón aparecía nuestro nombre en la pantalla y nos daba acceso a la plática.
El lugar del evento era inmenso, asistimos más de tres mil congresistas y no llegamos a ocupar ni el 30 por ciento de las instalaciones, que por cierto muy funcionales, cómodas y modernas, podíamos disfrutar de las carreras del hipódromo de las Américas, teníamos acceso a través de los vitrales, pantallas y cajeros especiales para las apuestas a los caballos.
Fue muy interesante convivir con colegas de Japón, Brasil, Reino Unido, Korea, China, Costa Rica, Argentina, Chile, Holanda, España, Rusia, Marruecos, África, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, en fin de todo el mundo, sobre todo en los eventos sociales donde aprovechábamos el momento para practicar nuestro muy básico inglés y comunicarnos con nuestros colegas que a mi modo de ver se la pasaron excelentemente bien, la primera fiesta fue la clásica noche mexicana, antojitos a más no poder, pozole, sopes, tacos, elotes, quesadillas, barbacoa, chicharrón, trompos, nieve, cerveza, tequila, juegos pirotécnicos, bailes regionales, mariachi y otras tantas cosas que se me van de la mente, algunos de los colegas japoneses tuvieron que irse con ayuda, pues no midieron las consecuencias de nuestra bebida nacional.
Hace tres años tuvimos la fortuna de asistir al mismo congreso de especialistas en pequeñas especies el cual se realizó en España, el año entrante será la sede la República Checa, después en Australia, pero si Dios nos presta vida, salud y nos permite ahorrar, tenemos contemplado asistir en el 2009 los colegas que asistimos a México, al congreso de Río de Janeiro en Brasil.
Todo lo justifica la capacitación para su mascota, espero eso sea creíble para nuestras señoras esposas.