Por segunda ocasión se encontraba ?Chiquilín? en la mesa de operaciones, se trataba de un pequeño poodle de más de diez años de edad que no llega a cinco kilogramos de peso. Esta vez lo habían dejado más grave que la vez pasada, ?Chiquilín? es un perrito que le encanta la libertad, ama la calle y cuentan que tiene un carácter muy especial, aunque conmigo siempre se ha portado de una manera gentil y educada, jamás ha gruñido cuando lo meto en la jaula para llevarlo a la estética y a sus vacunas, en cambio me platican los trabajadores de la casa, que a todos ha mordido.
?Chiquilín? es un perro anciano, corto de vista por su problema de cataratas, fue adoptado cuando tenía más de cinco años de edad, sus dueños son niños menores que su mascota y lo ven como un familiar mayor y lo respetan, es recíproco el sentimiento, también el pequeño poodle protege y respeta a sus amos.
Es un pequeño valiente que no le teme a ningún perro por grande que sea, he ahí la causa por la cual se encuentra grave en cirugía.
Recuerdo que me localizaron de urgencia para ir a recoger al paciente lesionado que se encontraba en estado de shock hipovolémico, por la pérdida de sangre que había sufrido debido a las heridas de las mordidas recibidas.
Cuando fui por él y lo vi en estado grave bañado en sangre ya seca, antes de valorarlo, la pregunta que siempre nos hacen y que de momento no estamos preparados para contestar, ¿Se va a salvar doctor? Necesito revisarlo para ver qué lesiones tiene, pero... ¿Se va a salvar doctor?
Cuando ?Chiquilín? se encontraba profundamente dormido en la mesa de operaciones y estaba lavando y desinfectando sus heridas, ya estaba la dueña al lado de su mascota, fue entonces cuando observamos la profundidad de las heridas y los daños ocasionados en los músculos y órganos vitales, es entonces cuando le damos el diagnóstico, teníamos tres factores en contra, uno era la pérdida de sangre que había tenido pues las heridas se habían producido desde la noche anterior, el segundo factor era la edad por los riesgos de la anestesia y el tercero, la posible infección del post-operatorio.
Antes de terminar la cirugía, la dueña del perrito me dice: No le avisé a mi hijo el mayor, es su adoración, y desapareció por un momento, no pasaron ni quince minutos cuando vi una pequeña sombra a un lado mío, no hacía ruido pues se la pasó llorando en silencio todo el tiempo, cuando me percaté de él, le pregunté por qué lloraba y fue cuando me dijo, ¡verdad que lo vas a salvar! ¡Claro! Tu perro no pudo caer en mejores manos, fue entonces que volvió esa sonrisa, los veterinarios tenemos que tener trucos para aquellos niños que consideran a su perro más importante que al mismo abuelo, dicho con todo respeto, son niños y antes de que ellos nacieran ya se encontraba la mascota en casa, día y noche conviviendo con ellos.
?Chiquilín? ha recibido más visitas que cualquier paciente importante, me conmovió la historia de una señora joven con sus dos pequeños que van a visitarle y a llevarle premios para mascotas, ellos son vecinos y adoran al pequeño perrito, cuentan que en una ocasión al niño de cinco años de edad, fue atacado por un perro adulto y que inmediatamente que se percató ?Chiquilín? fue a su defensa haciendo desistir al enorme perro de su agresión. Desde entonces es el superperro de la cuadra y todos lo quieren.
Afortunadamente se dio de alta, todavía en condiciones de cuidado, pero espero no verle pronto a ?Chiquilín corazón de León?.
