Las cirugías siempre han llevado cierto riesgo con el uso de anestesia general, existen diversas formas de aplicar la anestesia; intravenosa, intramuscular, oral, inhalada; de acuerdo al paciente y de varios factores; como tiempo de la cirugía, edad, tipo de cirugía, estado físico del paciente, etc.
Hace años se presentó a la clínica una cliente con una pequeña poodle de más de siete años de edad, presentaba problemas de falta de apetito, postración, somnolencia, polidipsia o exceso de consumo de agua, entre otras cosas. Por lo regular cuando se nos presenta un caso de ésos, los veterinarios dedicados a las pequeñas especies inmediatamente pensamos en una infección del aparato reproductor o piometra, son muy comunes, aunque no siempre es la misma enfermedad. Después de algunos estudios de laboratorio y de rayos X, nos decidimos por una exploración quirúrgica, aunque no estaba el cien por ciento seguro de mi diagnóstico de piometra debido a que en días anteriores había presentado celo o sangrado vaginal y eso me indicaba que su aparato reproductor se encontraba funcionando normalmente sin ninguna infección, o al menos que sólo estuviera funcionando sólo la mitad, ya que son órganos pares los cuernos uterinos, así como los ovarios o riñones, que son independientes el uno del otro, aunque sería raro que sólo un cuerno uterino estuviera afectado pues por lo regular se presenta este tipo de infecciones en ambos cuernos uterinos y no se presenta sangrado pues existe un sello o cierre que impide que salga el desecho y por eso el nombre de piometra cerrada.
Debido al estado del paciente y a la edad, decidí la cirugía, la dueña accedió de manera inmediata, necesitaba utilizar una anestesia que me diera amplio margen de seguridad, así que opté por una anestesia inhalada, en la clínica no teníamos el enorme aparato, así que la llevé a la clínica de un colega que cuenta con ese tipo de aparato y por lo tanto iba actuar como mi anestesista y así ampliar el margen de seguridad en la cirugía.
Mi colega de una manera muy ceremoniosa preparó su quirófano y colocó la mascarilla de inhalación inventada por el mismo a la paciente, ya que es muy diferente a la de humanos.
La anestesia se encontraba funcionando perfectamente y mi colega me decía una y otra vez; qué bien se trabaja con la anestesia inhalada, veía que mi colega se encontraba muy contento y orgulloso de su aparato, realmente yo estaba concentrado y algo apurado en la cirugía y le contestaba de una manera muy corta sin continuar la plática, en la cirugía encontré un cuerno uterino perfectamente sano y el otro pletórico de pus, así que tenía que realizar una ovariohisterectomía, quitar ovarios y matriz, que era la única solución en medicina veterinaria. (Muy diferente a la medicina humana).
La perrita se encontraba estable, pero algo me decía que tenía que terminar rápidamente, extraje ovarios y todo normal, y cuando incidí el útero me dijo mi colega, mira qué bien se trabaja con la anestesia inhalada, no sangra para nada y fue entonces que se había presentado un paro cardiaco, aunque ya había ligado las arterias y el útero, por lo regular se presenta cierto sangrado mínimo y eso nos indica que trabaja normalmente su aparato cardiovascular, en este caso el corazón dejó de trabajar en ese instante y no hubo presencia de sangre, por más que intentamos volver a funcionar su corazón, fue inútil.
La edad, el tiempo transcurrido de la enfermedad, el estado físico de la paciente no le permitió seguir con vida.
Lamenté mucho la muerte de mi paciente, lo mismo pasó con su dueña, pero estoy seguro quien más lo sintió fue mi colega que no pudo decirme al final de la cirugía ?Qué bien se trabaja con la anestesia inhalada?.