EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Pequeñeces/Empezar

Emilio Herrera

He leído alguna vez, no sé dónde, que “nada tarda tanto en acontecer como aquello que nunca se empieza”, que aparentemente nunca se principia, digo, porque las vidas humanas vienen a hacer algo y a ello, aunque no nos demos cuenta y menos lo sepamos, tiende todo lo que vamos haciendo nos guste o no hacerlo.

Cuántos hay en este mundo llenos de buenas ideas que no tienen la menor posibilidad de realizarse, porque su dueño es como se dice que antes éramos todos los mexicanos, que casi siempre dejaban para mañana lo que hoy se podía hacer, porque pensaban que si lo hacían de inmediato su mañana estaría horro de buenas ideas.

Claro que hay cosas que más valiera que no se hicieran nunca, porque sólo causarán problemas a la humanidad, pero que no se pueden evitar porque fue inconcebible un mundo habitado sólo por hombres buenos. Y apenas han pasado los días en que se recordó lo que un hombre malo fue capaz de hacer, y todavía se llora por lo que hizo.

Lo bueno que viene ocurriendo en los últimos años es que en cada uno de ellos han sido más los que se convencen de que su única oportunidad de hacer lo que realmente vinieron a hacer en este mundo es hoy, y en eso andan. Por supuesto que vemos que algunas cosas son muchos las que las hacen, pero si observamos su hacer detenidamente pronto descubriremos que aunque lo parezcan, las cosas no son las mismas, no son iguales, pues cada una lleva algo del espíritu del que las hace, que es lo que les da su verdadero sentido y marca su diferencia.

De todas maneras, lo bueno es el optimismo que nos lleva a creer que, aunque el mal sigue creciendo frente a nuestros ojos, tiene remedio. Y esto es ya el empezar algo, ¿qué?, es lo de menos. Desde que el mundo es mundo se han venido haciendo cosas, algunas veces iguales, en cuyo caso perdura la mejor pensada, pero, las más de las veces diferentes cuya permanencia depende de la utilidad que representen para el género humano.

Nacer es, para el hombre, un empiezo, al que seguirán el pensar que da la existencia verdadera (“Pienso, luego existo”), el erguirse, levantarse sobre el suelo al que sólo volverá después de cumplir la misión, no antes, mala o buena, que le ha sido encomendada: Jesús: “Retira de mí esta copa; pero, hágase tu voluntad”. Judas, el predestinado, anticipándose antes el gozo de todos los placeres. De una manera o de otra el mundo le da a cada quien lo suyo. Gandhi o Hitler, al parecer, no tuvieron otra razón para nacer que venir a hacer lo que hicieron.

Toda vida se empieza sin saber exactamente para qué. desde el nacer; algunas llegan a saber el misterio de sus vidas antes de abandonar este mundo, la mayoría no. Pero, en fin, lo importante es empezar a hacer aquello para lo que verdaderamente nacimos, y no dejar de hacerlo cada día.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 140544

elsiglo.mx