El temor se apoderó de los habitantes de la colonia Santa Rosa en Gómez Palacio, luego que al escuchar un fuerte estruendo, creyeron que de nueva cuenta se había descarrilado el ferrocarril que atraviesa por el sector. Por fortuna para ellos, sólo se trató de un incidente menor en el que se desprendió el eje con las ruedas de uno de los vagones que iban dañando las tallas de madera del tendido férreo, acudiendo hasta el lugar de los hechos personal de Ferrocarriles Mexicanos (Ferromex), para valorar los daños.