La alopecia areata consiste en la pérdida de pelo en diferentes partes del cuerpo, sus orígenes son un misterior para la Ciencia Médica.
Alguna vez pasa por la cabeza de casi todo mundo la idea de sufrir la pérdida de cabello, un asunto que tiene que ver con cuestiones estéticas que suele derivar en problemas de salud. Pero también existe la pérdida de pelo en diferentes partes del cuerpo, la alopecia areata, cuyos orígenes son un misterio para la ciencia médica.
Se trata de un fenómeno que no tiene que ver con la edad o el sexo de las personas, para el cual existen tratamientos, pero sobre el que debe consultarse a médicos especialistas en dermatología, sin caer en la tentación de recurrir a curas mágicas o la aplicación de productos que no están respaldado por laboratorios establecidos.
De acuerdo con expertos del IMSS, cuando se da un ataque de alopecia areata las zonas afectadas se van quedando sin pelo y toman una forma redonda; estas huellas del mal pueden ser varias a la vez, por lo que el problema en ocasiones es grave desde el punto de vista estético.
Un asunto popular
Y aunque poco se habla de esta enfermedad, lo cierto es que 10% de las consultas dermatológicas en el IMSS se dan con el fin de atender casos de este tipo de alopecia, que consiste en la pérdida de cabello en áreas específicas, como el cuero cabelludo, cejas, pestañas, bigote, axilas y pubis.
Los expertos admiten que las causas de su aparición son desconocidas hasta la fecha, pero que está comprobado que afecta por igual a niños, jóvenes y adultos, sin importar sexo.
La doctora Nancy Pulido Díaz, del servicio de Dermatología del Hospital de Especialidades del IMSS, explica que la comunidad médica tiene la hipótesis de que este padecimiento capilar es un fenómeno autoinmune, en cuyo ataque tienen que ver algunos factores como la dermatitis atópica, que se presenta por alergias como el asma y la fiebre, así como el vitiligo, es decir, la despigmentación de la piel, e incluso el estrés padecido por una persona, hasta cuatro meses antes de que se desarrolle la enfermedad.
Según la dermatóloga, se trata de un mal asintomático, pues no causa prurito, dolor o ardor, pero si aparece pueden pasar hasta cuatro meses antes de que el pelo vuelva a salir.
El paciente corre el riesgo de no sanar por completo de una zona y se produzcan ataques en otra o varias partes, e incluso derivar en alopecia universal, que significa la pérdida de todo el pelo existente en el cuerpo; "es entonces que el problema de apariencia es mayor y por ello el afectado acude más al servicio de dermatología", indica la doctora.
La especialista dice que existen algunos tratamientos para contrarrestar el problema, tales como lociones irritantes que estimulan el folículo piloso a fin de que crezca nuevamente el cabello, esteroides tópicos en presentación de loción y ungüento, o bien antralin, un medicamento que causa hiperpigmentación y puede lograr que crezca el cabello.