México, (Notimex).- Los vestigios arqueológicos que a la fecha se conocen de la antigua civilización egipcia podrían representar sólo el 30 por ciento de lo que pudiera existir enterrado bajo la arena del desierto, señaló la víspera Javier Gómez Sánchez, miembro de la Sociedad Mexicana de Egiptología.
Entrevistado antes de dictar la conferencia "Las esfinges", en el Museo Nacional de Antropología (MNA), el especialista indicó que hasta ahora es "totalmente impredecible" conocer el número aproximado de obras determinadas, como las esfinges, que existen.
Comentó que la Esfinge de Giza o figura híbrida, con cuerpo de animal y cabeza humana, la más famosa de este tipo y que fue esculpida en roca con 73 metros de longitud, 14 de ancho y 20 de altura, aún se discute quién pudo haber sido su autor.
Esta edificación, explicó, "no puede ser fechada en una época posterior a la cuarta dinastía, lo que la ubica por ahí del dos mil 700 o dos mil 500" antes de Cristo, y se piensa que pudo haber sido construida por Keops, su hijo Yerebh Ra o Kefrén.
Dijo que en la actualidad existe una teoría nueva, muy difundida, "de un egiptólogo de las misiones francesas que están en El Cairo, que dice que pudo haber sido construida por Yerebh Ra, hijo de Keops y medio hermano de Kefrén".
Recordó que las esfinges, cuyo término proviene del griego y quiere decir "estrangulador", cumplían la función de guardián sagrado de los templos y las tumbas.
Sin embargo, también se les asocia con un poder mágico que tiene que ver con la fuerza del Rey o Faraón, expresado a través de la potencia del león, "animal que tiene muchas asociaciones con el sol y la cabeza del rey que representa su inteligencia", detalló.
Destacó que estas criaturas pétreas que se encuentran por todo Egipto existían incluso desde la época predinástica, alrededor del año tres mil 100 antes de Cristo y su representación ha subsistido hasta la actualidad gracias a la expedición que Napoleón Bonaparte realizó a finales del siglo XVIII por aquellas tierras.
Como consecuencia de ese viaje, las esfinges volvieron a tener un auge en el interés de la gente y la figura es representada hasta en la actualidad en sillas, muebles, entradas de casas, monumentos, cementerios y edificios púbilcos.
En el antiguo Egipto, dijo, las esfinges se ubicaban en los lugares de culto, en algunos cumplían funciones de guardianes; además de avenidas y entradas de templos; otras con funciones mágicas se diseñaban con manos de humano sosteniendo cierta ofrenda para encantar a los dioses y mantener el orden del mundo.
El egiptólogo mencionó otras esfinges no tan famosas y anotó que además de cabezas humanas, algunas tienen testa de carnero, como las del templo de Karnak, de halcón, asociadas al dios Amón, o femenina, como las de las reinas, familia real o hijas y esposas vinculadas con alguna dividad solar.
Resaltó que en Egito existen aún hileras enteras de estas esculturas que bordean con frecuencia los caminos, como las más de 90 esfinges con cabeza de carnero que se encuentran a los lados del camino de tres kilómetros en el complejo del templo de Karnak, en Luxor.
El ciclo de conferencias "Los faraones y el sol", organizadas por la Sociedad Mexicana de Egiptología en el MNA a propósito de la exposición "Faraón: el culto al sol en el antiguo Egipto", que se exhibe ahí, culminarán el 29 de junio próximo con la participación del especialista Félix Valdés Corral, quien hablará de "El culto y el mito del Sol".