Durango

Persecución en Durango, mueren policía y secuestrador

Brenda M. García

Liberan a secuestrado y logra huir banda de malvivientes.

El Siglo de Torreón

Durango, Durango.- Un comandante de la Policía Ministerial y un secuestrador murieron ayer durante un operativo en donde se pretendía cobrar un millón y medio de pesos por el rescate de un joven médico que fue plagiado el pasado martes a las dos de la mañana en esta ciudad. El profesionista finalmente fue liberado y se encuentra fuera de peligro.

De acuerdo con datos extraoficiales, la banda de plagiarios se encuentra integrada por militares que de momento lograron evadir la acción de la justicia, huyendo a bordo de una camioneta tipo Suburban color blanca cuando eran perseguidos por elementos de la Policía Ministerial de esta entidad y que eran apoyados por un grupo de élite de otro estado a donde se solicitó apoyo para el esclarecimiento del caso.

En los primeros datos que se proporcionaron ayer por la mañana, se logró conocer que el pasado martes a las dos de la mañana, cuando se dirigía a su hogar el doctor Heliodoro Díaz fue interceptado por dos vehículos en donde viajaban varios sujetos fuertemente armados, quienes bloquearon el paso al vehículo del profesionista y lo subieron a una de las unidades en las que ellos viajaban, llevándolo con rumbo desconocido.

Al amanecer, la familia del doctor recibió una primera llamada en donde se les notificaba que Heliodoro estaba secuestrado, que su vida corría peligro si avisaban a la Policía y si no entregaban a la mayor brevedad posible tres millones de pesos.

Los familiares del plagiado no se amedrentaron y dieron aviso a las autoridades, de allí que se integrara la investigación y se pidiera refuerzos al denominado Grupo Especial Antisecuestros de la Policía Ministerial que opera en Torreón, Coahuila, de donde se enviaron a cuatro elementos con sofisticado equipo para el rastreo de llamadas y ubicación de plagiados.

Los especialistas del comúnmente llamado “Grupo Especial” se coordinaron con los elementos de la Policía Ministerial en esta ciudad y lograron intervenir las llamadas de los secuestradores, que en un principio pedían tres millones de pesos pero al ver que la familia no reuniría ese dinero en tan poco tiempo, ambas partes llegaron a un acuerdo: sólo se pagaría la mitad de lo que habían pedido los plagiarios inicialmente.

La negociación se dio el mismo jueves por la tarde, y en un principio quedaron en verse plagiarios y familiares del secuestrado en algún lugar en la carretera Durango-Mazatlán, pero los secuestradores al parecer desconfiaron y llamaron nuevamente para cambiar el lugar.

El mismo secuestrador que llevó a cabo las negociaciones, según versiones oficiales, acudió a la casa de la madre del doctor y se dio cuenta que estaban vigilados, por lo que decidieron nuevamente cambiar de lugar para citarse a las 22:00 horas en las afueras del Hospital del Niño.

Espectacular persecución

Al llegar al nosocomio, el secuestrador que iba tras el dinero del rescate en un vehículo marca Nissan, tipo Sentra, color azul marino, modelo 2000, se percató que los tenían rodeados por las diferentes corporaciones y se dio a la huida, iniciándose de esta manera una peliculesca persecución.

El secuestrador sin titubear enfiló por la carretera a Mazatlán, pasando enfrente del fraccionamiento Lomas del Parque hasta tomar Anillo de Circunvalación y llegar al bulevar Armando del Castillo Franco.

Tras él iban varias unidades primero de la Policía Ministerial y después del Equipo Especial; para ello tanto el secuestrado como los policías pidieron refuerzos.

La persecución siguió por el bulevar Felipe Pescador, asombrando a toda la gente que transitaba por el lugar, puesto que los vehículos no respetaban anuncios ni señales de tránsito, quedando siempre los transeúntes a la expectativa de lo que estaba pasado.

Al término del bulevar Felipe Pescador, llegaron los refuerzos de la Policía Ministerial y se incorporaron a la persecución del secuestrador que al llegar a la altura del Instituto Tecnológico en el flujo continuo, se cambió de carril, para seguir por el bulevar Francisco Villa, rumbo a la salida a Torreón.

De allí a la altura de la tienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) dio inicio un nutrido tiroteo entre los policías ministeriales y el secuestrador, quien portaba un arma de nueve milímetros.

Como consecuencia del fuego cruzado, resultó herida una persona que estaba hablando por teléfono en una caseta sobre el bulevar anteriormente mencionado a la altura de la colonia Santa Fe.

El civil que salió herido de bala lleva por nombre Esteban Muro Fiscal, de 25 años, quien tiene su domicilio en la colonia Santa Fe y fue ingresado a la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en donde se le apreció una herida de bala en el abdomen, entrada y salida que no pone en riesgo su vida.

En este sitio se incorporó un vehículo más, una camioneta tipo Suburban color blanca, en que iban los refuerzos del secuestrador y al enfrentar a los agentes policiacos permitieron que el Sentra azul marino retomara la huida y lo hizo por el carril contrario a su circulación por el bulevar Francisco Villa con rumbo a Torreón, seguido por la Suburban.

Los plagiaros sabían que no tenían escape y aparentemente, según comentan algunos agentes de la Ministerial, decidieron jugarse el todo por el todo y circulando en sentido contrario nuevamente desquiciaron el tráfico que transita regularmente por el lugar.

Para tratar de intimidar a sus seguidores, siguieron con el tiroteo que fue respondido por los policías sin importar que la gente pudiera resultar lesionada.

Nuevamente el delincuente se incorporó al carril de circulación que le correspondía, pero los representantes de la Ley tenían las de ganar, pues a pesar del recorrido ya habían llamado a los agentes que se encontraban en el edificio de la Procuraduría que quedaba a escasos metros adelante del bulevar por donde huían los plagiarios.

Uno de los agentes que estaba en la persecución logró acertar un balazo a una de las llantas del Sentra color azul marino; esto ocurrió a la altura de una agencia automotriz que se encuentra casi enfrente del Centro de Readaptación Social Número Uno.

Desenlace fatal

Al perder el control de su vehículo el plagiario, por la llanta que le volaron, se impactó con un arbotante en donde se volcó y según versiones oficiales quedó con vida, pero en estado grave.

Los policías ministeriales vestidos de civil bajaron de inmediato a rodear el vehículo; al frente de ellos iba el comandante Gabriel Rentería Espino, quien portaba en su mano el arma reglamentaria.

Lo anterior confundió a los elementos de la misma corporación que ya venían de la Procuraduría (en sentido contrario por el mismo bulevar) y al parecer en la noche confundieron al agente Rentería Espino con uno de los secuestradores y se armó de nueva cuenta un tiroteo, pero ahora entre policías y uno de ellos es quien al parecer acertó un balazo en la frente a su colega.

Lo anterior es una versión extraoficial que ningún jefe policiaco se atrevió a confirmar o desmentir.

En medio de la confusión llegaron los demás elementos en donde se determinó que el secuestrador era un ex militar de nombre Roberto Sigala Valenzuela y/o Delfino Cañaveral Torres, quien fue recogido por la Cruz Roja pero se dijo que murió en el trayecto.

Al ver la confusión la escolta del procurador así como los demás agentes que participaron en la persecución fueron arraigados para determinar quién fue quien disparó al comandante, ya que se tienen rumores en el sentido de que fue el chofer del procurador, de quien no se proporcionó el nombre de momento, quien hizo el fatal disparo que acabó con la vida del agente Gabriel Rentería Espino.

Los secuestradores que iban en la Suburban blanca ni se detuvieron al ver que su compañero se accidentó y siguieron su huida con rumbo a la autopista a Torreón, perdiéndose de momento a los agentes que los seguían.

Oficialmente se informó que la banda de secuestradores huyó para el rumbo del poblado Cinco de Mayo, en donde se les perdió la pista. En el lugar quedó el vehículo blanco en el que se presume que viajaba una parte de la banda de secuestradores que, por información no oficial, son nueve militares.

Al lugar de los hechos llegaron las autoridades judiciales encabezadas por Antonio García Artea, Pedro Chávez Cibrián, director de la Policía Ministerial, y Ruth Medina Alemán, directora de Averiguaciones Previas.

De los agentes que vinieron de Torreón a auxiliar a los ministeriales de la capital de Durango se informó que ayer mismo se reintegraron a su base, recogiendo el sofisticado equipo que utilizaron para ubicar a los plagiarios.

Ayer se llevó a cabo una ceremonia luctuosa en honor del agente caído en el cumplimiento de su deber y en la ceremonia, el procurador del estado, José Luis Carrillo Rodríguez, aceptó que su escolta personal participó y que será investigada para definir quién es el responsable de la muerte del agente Rentería Espino.

De allí que continúan las investigaciones. En lo que va del año oficialmente se tienen dos secuestros; el primero de ellos se registró a principios del mes de enero en donde también perdió la vida un ministerial durante un operativo de rescate de cuatro plagiados.

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