Falta de trabajo digno y bien remunerado obliga a miles de duranguenses a emigrar
Estancada en virtud de sus añejos problemas estructurales, la llamada ?economía quincenal? prevalece en Durango ya que el estado depende en gran medida del flujo de capital que inyecta el Gobierno mediante el pago de sueldos y la contratación de proveedurías.
Así lo expresan los dirigentes empresariales; es un diagnóstico que revelan las encuestas, las estadísticas y los registros económicos cotidianos. Es también una realidad que parcialmente reconocen las autoridades abocadas a las tareas de desarrollo económico.
En Durango, la característica negativa más común es el desaprovechamiento de las grandes fortalezas, de las enormes bondades con que la madre naturaleza dotó a la entidad, algunas de las cuales se han extraído en forma abusiva al grado de causar veda por necesidad, como en el caso forestal e hidráulico, por citar algunos ejemplos.
Y es que sus sectores primarios, a pesar de colocarse como potencias nacionales como el forestal, el minero, el agrícola, el frutícola o el ganadero, no han significado una ventaja que se traduzca en mejores condiciones de vida para los habitantes.
Por el contrario, la falta de trabajo digno y bien remunerado orilla cada año a miles de duranguenses a emigrar a otros estados de la República o a la Unión Americana, fenómeno que principalmente se presenta entre los egresados de las escuelas de educación media-superior y superior, según asegura Alfonso Peña Contreras, presidente de la Federación de Colegios de Profesionistas de Durango.
La declaración es corroborada por la Dirección de Profesiones del Gobierno del Estado, pues su titular, Gabriel Arce Rodríguez, confirma que la migración de profesionistas al extranjero afecta al 40 por ciento de los estudiados.
Ante esa situación, el sector privado local sostiene que los desafíos del nuevo Gobierno giran en torno a fortalecer las hasta ahora desaprovechadas áreas competitivas que se tienen, a través de la coordinación de esfuerzos de todos los entes involucrados en las tareas de desarrollo.
En Durango la anarquía y el desorden han sido las principales causas de la incertidumbre empresarial ante el enorme reto de invertir. Por eso los empresarios no piden intervensionismos ni que el Estado vuelva a ser generador de empresas, sino de proyectos de gran visión incluyentes y que tengan como eje rector al Estado de Derecho.
?Creo que hemos tocado fondo como estado, que nuestra economía ha tocado fondo y ya no hay más para abajo a dónde ir?, dice Gilberto Sánchez Rodríguez, presidente de Coparmex en Durango, en franco reconocimiento de la precaria realidad que vive el estado.
DIAGNÓSTICO
El Centro de Capital Intelectual y Competitividad (CECIC) ubica prácticamente ?en la lona? a la economía del cuarto estado más grande de México, al principal productor forestal, al más grande extractor de oro y plata, a uno de los más fuertes productores ganaderos, agrícolas y frutícolas: a Durango.
Este despacho de consultoría económica con reconocimiento nacional e internacional, que dirige René Villarreal, realizó el Estudio de Competitividad Sistémica de Durango a finales de 2003.
Pero, el resultado que arroja esa radiografía es desalentador en más de un sentido: ?... Es un estado que se ubica en el lugar 31 nacional en la tasa de crecimiento de las empresas grandes y medianas...; en el 28 en cuanto al crecimiento del empleo formal privado...; en el lugar 27 en la tasa de captación bancaria....
En el lugar 22 nacional se localiza Durango en cuanto al crecimiento promedio anual de su Producto Interno Bruto, que se estima podría llegar en el 2005 a 20 mil millones 600 mil 50 pesos.
El decrecimiento del Producto Interno Bruto estatal, sin embargo, no había tenido mayor debacle en otro tiempo que en el sexenio anterior, gobernado por Ángel Sergio Guerrero Mier.