Nació en Teocaltiche (Diócesis de Guadalajara, Jal.), el Ilmo. y Rvmo. señor don Buenaventura del Sagrado Corazón de María y Portillo, el dos de mayo de 1827, y fue bautizado con el nombre del Santo de su natalicio: Antonio, que cambió en su profesión hecha en el Colegio Apostólico de María Santísima de Zapopan (Guadalajara) el diez de agosto de 1847 y habiendo cursado latinidad y filosofía en el C. Seminario de Guadalajara hasta tener el grado académico de bachiller. Estudió teología en el Claustro y en 1850 fue ordenado Presb. Desde luego comenzó a misionar hasta que en 1853 fue electo Mtro. de novicios. En 1859 fue nombrado Vicario de su Colegio. En 1860 y en el tiempo de la exclaustración fue nombrado cura encargado de San José de Ojuelos; fue llamado a Roma con carácter de definidor general hasta 1880 en que fue preconizado Obispo de Tricalía in Partibus infidel... (datos de Garibi Rivera, Pág. 48).
?...Había sido nombrado Vicario Apostólico de Baja California y después de desempeñar ese cargo, fue nombrado Obispo de Chilapa el 25 de septiembre de 1882, de esa Diócesis fue cambiado a la Diócesis de Zacatecas el 27 de mayo de 1889, como tercer obispo por fallecimiento de su antecesor, llegando a la capital del Estado el 11 de agosto de ese mismo año de 1889.
?...Su pontificado transcurrió bajo circunstancias políticas muy difíciles. En su tiempo fue fundada la Congregación Diocesana de Hijas del Sagrado Corazón de María de Guadalupe...?.
En el libro del profesor Salvador Vidal, Bosquejo Histórico, aparece lo siguiente: ?el 19 de junio a las 16 horas, 40 minutos, dejó de existir en su residencia de Villa de Guadalupe, el tercer obispo de este Diócesis, el Ilmo. señor Buenaventura Portillo y Tejeda. Su cadáver fue trasladado el día siguiente a la Casa Episcopal de esta ciudad de Zacatecas, donde se erigió la capilla ardiente, permaneciendo allí en exposición hasta el día 22 que fue sepultado; habiéndosele antes las exequias correspondientes que se verificaron en Catedral?.
Un periódico de aquellos tiempos, dijo a este respecto, lo siguiente: ?a las ocho y media de la mañana del jueves 22 las amplias naves de la suntuosa catedral hallábanse henchidas de fieles y entre ellos los más distinguidos miembros de la sociedad zacatecana. El venerable cabildo dirigióse a la puerta principal a recibir el cadáver, que fue conducido en hombros por varios sacerdotes y comenzaron las solemnes honras, con asistencia de más de cincuenta sacerdotes. El santo sacrificio se celebró simultáneamente en el altar mayor y en los ocho altares de las naves laterales?.
?El panegírico fue encomendado al señor canónigo magistral, don Baudelio B. Guerra quien con sencillez narró, rápidamente la vida y ensalzó las más sobresalientes virtudes del Ilmo. señor Portillo, como hijo, como religioso y como prelado.
?A las doce del día terminaron las honras y organizóse frente a la Catedral la fúnebre comitiva, formada de los más distinguidos miembros de la sociedad católica zacatecana y de numerosísimo pueblo. El cadáver fue llevado en hombros sacerdotales hasta orillas de la ciudad, sin que permitiera el pueblo que se trasladara al carro fúnebre que estaba aparejado, sino que casi arrebatándolo a porfía lo llevó hasta el Panteón de la Purísima, disputándose el honor de cargar tan preciosos restos...?.
