Definitivamente a todo mundo en el ambito financiero , incluso en el empresarial tiene sorprendido la evolución del tipo de cambio peso – dólar en el sentido de la fortaleza del peso. En este sentido, el primer día del año el tipo de cambio interbancario abrió a 11.16 pesos por dólar, y el viernes pasado cerró a 10.58 pesos , es decir se ha revaluado el peso o devaluado el dólar un 5.20 por ciento.
Este es un fuerte impacto a los márgenes del sector exportador, el cual seguramente se ha defendido por el lado de su productividad, la calidad de sus productos, los “malabares “ en su costeo, la lealtad de sus clientes, etc.
Por otro lado , si bien siempre es difícil estimar la evolución del precio de un bien lo es más estimar la perspectiva de un tipo de cambio ya que es un precio relativo de monedas y su comportamiento obedece mas a factores intrínsecos y extrínsecos macro de los dos países en cuestión, que a situaciones específicas de oferta y demanda . Es más que un simple precio.
Dentro de los principales explicaciones de la fortaleza del peso, como se sabe durante el año han existido flujos de dólares hacia el país provocados por precios alcistas del petróleo; por tasas atractivas de interés domésticas; por las grandes cantidades de dólares que mandan los “paisanos” que viven fuera; por la disminución del riesgo país de México que lo hace atractivo a la inversión tanto productiva como en mercado de dinero y capitales e incluso ya se nos clasifica en el ámbito financiero internacional como uno de los países “refugio” mas importantes dentro de los países emergentes, es decir cuando existen por alguna causa (el terrorismo) turbulencias financieras en el mundo , México ha sido receptor de inversiones.
Estos son mecanismos de oferta de dólares muy importantes que con mucho han sobrepasado a los de demanda, como son la especulación, el pago de deuda de las empresas en dólares, las importaciones de bienes, los pagos de amortizaciones de deuda publica, nuestra inversión y gastos de viaje en el extranjero principalmente.
La perspectiva, seguramente es tenderse ya a debilitarse el peso respecto del dólar. Difícil atinarle a cuanto va a terminar el año 2005, pero de aquí a que se termine definitivamente el proceso político electoral seguro pondrá nervioso el tipo de cambio y más si el ambiente político se “enrarece” es decir se ponga tenso de tal menera que hasta pueda tener presiones sociales.
Prácticamente está previsto que el proceso electoral formal inicie en octubre próximo. Y si en las encuestas empieza a repuntar un candidato presidencial que no le agrade a los mercados financieros, el tipo de cambio será de las principales variable que se presionarían por la inminente salida de capitales aunque sea de forma paulatina y no desordenada. Vaya usted a saber que pasaría por ejemplo si hay un “balazo”en este proceso electoral y que ojalá y nunca suceda.
Otro factor de riesgo importante para el peso es que últimamente se ha visto en términos relativos la evolución de las tasas de interés de los fondos federales en Estados Unidos mayor a la que se aplica con los Certificados de la Tesorería aquí en México. Así, en la medida que el diferencial de tasas entre los dos países se vaya reduciendo mayores presiones cambiarias se observarán.
Aunque muchos consideran que el precio del petróleo va a continuar alcista, definitivamente si por ejemplo China está preocupada por no crecer económicamente tan fuerte y por ello está empezando a revaluar su moneda con respecto a otras y al propio dólar, esto implicaría que China demande menos “commodities” principalmente petróleo demanda que difícilmente sea sustituida por otro país o países. El resultado será un posible efecto negativo en los petroprecios, sin embargo ahí viene el invierno ( ? ) pero se dice que la OPEP soltará mas oferta para entonces . Si ocurriera así entonces también se nos mermaría nuestro déficit comercial implicando presiones al peso .
Como mencioné al principio de este escrito, la revaluación del peso ha impactado al sector productivo viéndose reducidas sus exportaciones e implicando una tendencia a fortalecer el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos , y si a esto le añadimos la típica demanda natural de dólares de fin de año sin duda redundará en presiones cambiarias.
En fin , si tiene dólares no los venda , si debe y/o quiere ganar una buen rendimiento para fin de año vaya comprando. Piense ¿qué más puede bajar el dólar? Y sin mucha duda serán los factores de demanda de dólares los que para el segundo semestre del año vayan a imperar sobre los de oferta. Haber que pasa. ¡ Hasta la próxima!.
jorge.cepeda@cbbanorte.com.mx