Bruselas, (EFE).- Un pescador holandés que navegaba a una milla de la localidad belga de Nieuport (norte) atrapó entre sus redes un bomba que, según los indicios, podría ser de la II Guerra Mundial.
Submarinistas de la marina belga se sumergieron para analizar la bomba, de un metro de largo y 60 centímetros de diámetro, y determinar si podían llevarla a tierra o tenían que hacerla explotar en el mar, informaron diversas emisoras.
Este tipo de bombas, que en la época eran lanzadas por aviones o desde barcos, contienen una gran cantidad de explosivos.