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MÉXICO, DF.- El jefe del Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, mantuvo su convocatoria a una manifestación masiva para el próximo 30 de marzo, día en que la Sección Instructora sesionará y probablemente dictaminará la procedencia o improcedencia de su desafuero.
En su conferencia de prensa matutina, el mandatario local insistió también en demandar a la Cámara de Diputados y su Sección Instructora que rechacen, en lo que dijo sería un acto de sensatez y rectificación, la solicitud de desaforarlo, porque carece de todo fundamento y sólo es parte de un procedimiento tramposo.
En tanto, negó que haya solicitado reunirse con la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) para tratar ese asunto, pues considera a ése y otros organismos empresariales afines al PAN o al ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
Sólo reconoció haberle enviado casi 200 cartas a igual número de empresarios para expresar sus puntos de vista sobre el tema de manera directa y pedir la intermediación de los dirigentes organizaciones.
Calificó su relación con los hombres de negocios como “muy buena”, pero reiteró sus críticas a los empresarios que esquilman al erario público traspasándoles sus deudas, muchas producto de fraudes como en el caso del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa).
Insistió en la necesidad de abrir toda la información referente a ese fondo y revelar los nombres de quiénes trasladaron indebidamente sus deudas a la nación.
López Obrador consideró que si se dejan de canalizar tantos recursos a esa adeuda, Petróleos Mexicanos (Pemex) contaría con recursos suficientes para su modernización.
Al respecto, se opuso una vez más a la privatización de dicha empresa y a la inversión del sector primario nacional o extranjero en áreas reservadas al Estado mexicano por la Constitución. Pretender lo contrario, dijo, es privatizar a la nación misma y convertirla en una sociedad anónima en provecho de unos cuantos.