Celebra el Papa misa en Alemania ante un millón de peregrinos.
AP
COLONIA, ALEMANIA.- El Papa Benedicto XVI partió de Colonia ayer, poniendo fin a su primer viaje al exterior, en el cual continuó con la política de relación con musulmanes y judíos iniciada por su predecesor Juan Pablo II.
Durante su viaje de cuatro días, el Papa visitó una sinagoga, se reunió con musulmanes y ayer celebró el domingo una misa al aire libre (la mayor en la historia de Alemania) ante más de un millón de jóvenes, a quienes pidió que utilicen sabiamente la libertad que Dios les ha dado.
Miles de adolescentes que asisten al Día Mundial de la Juventud organizado por la Iglesia Católica acamparon durante la noche en una enorme zona al aire libre para dar la bienvenida al pontífice, de origen alemán, en su primer viaje al extranjero como nuevo líder de la Iglesia Católica.
?La libertad no consiste simplemente en disfrutar de la vida en total autonomía, sino de vivir a la medida de la verdad y de la bondad a fin de que nosotros podamos convertirnos en (seres) verdaderos y buenos?, dijo Benedicto XVI al iniciar su homilía.
Indicó que existe ?un extraño olvido de Dios?, en tanto un sentimiento de frustración e insatisfacción ha conducido a ?una nueva explosión de la religión?.
?No deseo desacreditar todas las manifestaciones de este fenómeno. Podría existir sincera alegría en el descubrimiento?, indicó. ?Aún así, si es empujada demasiado lejos, la religión se convierte casi en un producto de consumo. La gente elige lo que le agrada y algunos hasta están en capacidad de hacer una ganancia de ello?.
?Pero la religión construida sobre la base de ?hágalo usted mismo? no puede ayudarnos en definitiva. Ayuden a la gente a descubrir la verdadera estrella que nos señala el camino: Jesucristo?.
La multitud lo escuchó con atención mientras hablaba alternativamente en alemán, en inglés, en italiano y en francés.
Cuando la misa estaba por concluir, Benedicto XVI anunció que la próxima ciudad que servirá de anfitriona al Día Mundial de la Juventud, en 2008, será Sydney, Australia. Su anuncio hizo estallar una ovación en la multitud.
El pontífice concluyó su oración pidiendo a los peregrinos: en francés, en inglés, en italiano, en polaco, en portugués, suahili, tagalog y alemán, que deben diseminar por el mundo entero el mensaje de amor y perdón de la Iglesia Católica.
Pidió también a los peregrinos del África que ?lleven a su grande y amado continente la esperanza que Cristo les ha dado?.