El presidente defiende la plicación del espionaje y afirmó que lo seguirá haciendo mientras la nación enfrente amenazas de muerte.
Washington, (EFE).- El presidente de EU, George W. Bush, pidió hoy al Congreso que apruebe una reforma migratoria "amplia" que además de aumentar la vigilancia fronteriza, incluya su programa para la regularización temporal de los trabajadores indocumentados.
El viernes la Cámara de Representantes dio su visto bueno a un proyecto de ley que se limita a endurecer las normas contra la inmigración ilegal.
No obstante, Bush insistió hoy en su rueda de prensa de fin de año en la Casa Blanca en que este enfoque debe agrandarse.
"Debemos aprobar una reforma migratoria amplia que proteja nuestras fronteras, fortalezca la seguridad y cree un programa nuevo de trabajadores temporales que alivie la presión en la frontera pero rechace la amnistía", dijo Bush al inicio de su comparecencia.
Unos 11 millones de inmigrantes indocumentados residen actualmente en EU y qué hacer con ellos es un tema muy controvertido en el país, especialmente entre los republicanos.
Los líderes de ese partido en la Cámara Baja tuvieron que eliminar de su proyecto de ley el apoyo al programa del presidente debido a las divisiones en el seno de su propia bancada sobre el asunto.
Aún así, la Casa Blanca respaldó esa propuesta legislativa. El Senado analizará su propio proyecto migratorio en febrero y el líder de los republicanos en esa cámara, Bill Frist, ya ha indicado que pretende que en esa versión aparezca algún tipo de programa de "trabajadores huéspedes".
La ley final será la que emerja del proceso de armonización de los proyectos del Senado y la Cámara Baja.
Bush prometió en la campaña presidencial de 2000 la aprobación del programa para la regularización temporal de los trabajadores sin papeles, pero los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la guerra contra el terrorismo le distrajeron de ese tema.
Tras ser reelegido el año pasado rescató el programa. Sin embargo, el debate en la Cámara de Representantes, dominado por los legisladores que promueven la mano dura contra los inmigrantes ilegales, demuestra los problemas a los que se enfrenta para lograr el apoyo de los miembros de su propio partido.
DEFIENDE ESPIONAJE
El presidente de EU, George W. Bush, afirmó hoy que tiene atribuciones constitucionales y legales para iniciar y continuar con un programa de espionaje electrónico dentro de su país que ha causado protestas entre miembros del Congreso.
"Los dirigentes del Congreso han sido informados una docena de veces acerca de este programa", dijo Bush, quien resultó acribillado a preguntas sobre el espionaje electrónico durante una conferencia de prensa de casi una hora en el Salón Este de la Casa Blanca.
El pasado viernes el diario "The New York Times" reveló que desde 2002, el presidente Bush había autorizado a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) a espiar las comunicaciones telefónicas y electrónicas de ciudadanos estadounidenses sin el permiso del tribunal especial que maneja esos casos.
Bush aclaró que ha autorizado la práctica más de 17 veces y matizó que la escucha se practica en comunicaciones internacionales desde y hacia EU y sobre personas a quienes se considera vinculadas a Al Qaeda, pero no afecta las comunicaciones dentro del país.
La controversia estalló mientras el Congreso debate la extensión de varias estipulaciones de la llamada Ley Patriota antiterrorista, promulgada poco después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EU.
El secretario de Justicia, Alberto González, en una conferencia de prensa pocas horas antes en la Casa Blanca, sostuvo que "la ley que autorizó al presidente para que usara la fuerza militar contra el terrorismo le dio autorización inherente para el programa de escuchas electrónicas".