Exhortan a centrar la atención en la familia y no en los regalos materiales ni el dinero
El Siglo de Durango
La Iglesia Católica hace un llamado a recobrar el sentido de la Navidad, a ser buenos administradores de los bienes materiales pero, ante todo, de los valores espirituales.
Víctor Manuel Solís Quiroga, vocero de la Arquidiócesis de Durango, enfatiza que en estas fiestas decembrinas la gente se enfoca a malgastar su dinero y andar en fiestas, por lo que se pierden en cosas vanas.
?Navidad se reduce a un consumismo exacerbado a una tendencia al tener, al comprar, esto es algo que nos está diciendo que hay mucha superficialidad?, añade.
Y como en el último mes de cada año la gente aumenta su poder adquisitivo, advierte sobre el manejo del capital. ?El dinero nos ensoberbece, suele ser un arma de doble filo. La Navidad tenemos que verla bajo el principio de la fe, somos un pueblo eminentemente creyente- cual sea el sesgo de creencia que haya-, todos coincidimos en que Navidad es un espacio de reflexión, de meditación en la presencia del Hijo de Dios?, manifiesta.
La invitación es para que se centre la atención en la familia y no en los regalos materiales. Hace referencia a que en estos momentos, el Centro Histórico es intransitable ante la gran afluencia de consumidores en busca de un presente para los amigos, familiares y seres queridos.
?Que los padres de familia esquematicen una propuesta de prevención, de apoyo. Primero centralizado en la promoción de los valores y el más importante es la fe. Navidad es un momento privilegiado para reflexionar sobre la fe y el contenido de ella?, insta el párroco del Templo de Nuestra Señora de Santa Ana.
Las fiestas de fin de año se incrementan, la Iglesia también percibe que en estas fechas aumenta el número de bodas, primeras comuniones, quinceañeras, todos con una finalidad social.
Los jolgorios conllevan a su vez mayor consumo de alcohol, drogas, la violencia y el estrés de las compras afectan la sana convivencia. Ése es el foco rojo que se prende en los días de Navidad?, alerta el presbítero.
El misterio celebrado el 24 y 25 de diciembre recuerda a la humildad, la sencillez y la austeridad. ?No estamos como para malgastar el dinero, para derrocharlo. Que se tenga una administración sana de los bienes espirituales y materiales?, recalca.
?La Navidad nos deja a veces sólo deudas, crudas morales y hasta espirituales y, en ocasiones, hasta pérdidas irreparables qué lamentar?, finaliza.
Posición firme
La Iglesia se pronuncia en favor de la vida y no de la muerte. ?Lo de la ampliación del horario de venta de bebidas embriagantes, tocando el tópico de la salud, ha sido muy clara, siempre estaremos como protagonistas de la promoción de las conciencias y de las personas?, apunta Víctor Manuel Solís Quiroga.
El alcoholismo viene a menguar la salud mental y espiritual de las personas así que la Iglesia reprueba todo formato que lo propicie o lo promueva, subraya el vocero oficial de la Arquidiócesis de Durango.
Si bien es cierto que en diciembre abundan las fiestas, Solís Quiroga afirma que no hay necesidad de consumir bebidas embriagantes, ya que las ?pachangas? sólo dan una felicidad pasajera. ?Solamente nos dejan vacío, hueco, porque están revestidos de orgullo y soberbia que nos llevan a vivir la fe de manera superficial, exterior?, remata.