EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Las anécdotas en torno a la vida de los difuntos que yacen en las tumbas del Panteón de Guadalupe, despiertan sentimientos diversos entre sus deudos. Los recuerdos afloraron ayer, Día de los Muertos.
El dos de noviembre fue un día de intensa actividad para muchos. Tanto para aquéllos que se levantaron muy temprano para establecer sus puestos de vendimia diversa -por los que pagaron 200 pesos por el permiso correspondiente en Presidencia- así como para quienes año con año, acuden a llevarle flores a sus difuntos.
La gente llegó cargada con tinas, quizá con la esperanza de que cambiará la disposición establecida por las autoridades sanitarias de no introducir agua al panteón. Sin embargo, descubrieron que la medida para evitar el dengue, se intensificó ante el decomiso de botellas de más de un litro por parte de los elementos de seguridad pública.
Situación que poco a poco, está siendo aceptada por los visitantes al camposanto. ?Qué más podemos hacer, si los de arriba mandan en eso... aunque se hubieran visto más bonitas las tumbas regaditas con agua?, manifestó Matilde Díaz, quien junto con unos familiares se disponían a rezar un rosario en honor a sus padres, quienes desde hace más de diez años yacen bajo una lápida desgastada por el tiempo.
Alfredo García Castro comenta que lamentan que las autoridades municipales nada más cada año se ocupen de remozar el panteón, puesto que como fiel visitante que durante el resto de año acude al panteón, es testigo de lo que afirma.
?Nada más ahora se ve limpio, pero no sucede en días normales?, añade quien junto con su familia salía del camposanto para acudir al Panteón Municipal de Torreón donde moran los parientes de su esposa.
La gente entraba y salía por los pasillos que llevaban a las tres puertas de acceso al panteón, resguardadas por jóvenes policías encargadas de cumplir con su obligación: ?Incidentes, ninguno, sólo las molestias de la gente cuando les recogemos sus botes con agua?, indica una de las guardias de seguridad.
En la parte del panteón conocida como ?el lado viejo?, donde hay tumbas que datan desde hace 100 años, estaba la familia Olguín Reyes, quienes reían por un comentario de uno de sus miembros. ?Es que recordamos a nuestro padre, abuelito de todos estos jovencitos, a quien no olvidamos por su alegría, sus ocurrencias y sobre todo, por su amor?.
De esta manera transcurrió el día con más tradición en el calendario mexicano, donde miles de familiares, una vez más, se acercaron a visitar a sus muertos para rezarles y para recordar con marcada nostalgia y con un toque de alegría, lo mucho que significaron para ellos en vida.
Una conmemoración que cada vez más, asemeja un tianguis en el que se pude adquirir de todo un poco, hasta ropa usada.
Mercancía que cada vez está dejando a un lado la venta de la tradicional caña de azúcar de la que tan sólo dos puestos se encontraban ayer.
La actividad...
Miles de familias acudieron ayer al Panteón de Guadalupe donde:
Una vez más no se permitió la introducción de agua.
Las molestias se presentaron pero ahora fueron pocas, según los guardias de seguridad.
No se reportó ningún incidente.
La vendimia de productos diversos aumentó.
Los puestos de cañas, eran pocos a diferencia de años anteriores.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
