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LONDRES, INGLATERRA.- Amnistía Internacional (AI) instó ayer al presidente de Guatemala, Óscar Berger, a tomar medidas concretas para poner fin a las violaciones de los derechos humanos contra las mujeres y los activistas que trabajan en el país.
En un memorando enviado al Gobierno, un año después que Berger tomara posesión de su cargo, AI presentó una serie de recomendaciones destinadas a mejorar el respeto a los derechos y a acabar con la impunidad de los crímenes.
El documento instó al Gobierno de Guatemala “a investigar los ataques y las amenazas contra los defensores de derechos humanos, a asegurar que los activistas puedan realizar su trabajo sin miedo de represalias y a reconocer la legitimidad de su trabajo”.
Según informes manejados por esta Organización No Gubernamental (ONG), “entre el primero de enero y el 25 de febrero de 2005, 26 defensores de derechos humanos fueron víctimas de abusos, incluyendo ataques y amenazas de muerte”.
AI manifestó su preocupación por las noticias de muertes “a manos de miembros de las fuerzas de seguridad”, durante las manifestaciones organizadas para protestar contra la minería y contra el recién ratificado Tratado de Libre Comercio.
Respecto a los abusos sufridos por las mujeres, AI señaló que más de 520 murieron de forma violenta durante 2004 en Guatemala y denunció que “la mayoría de estos casos no ha sido investigada”.
Para la ONG “estos casos son sólo la punta del iceberg” ya que el número real de muertes violentas de mujeres en Guatemala es probablemente superior.
“Existen serias deficiencias en la recabación y administración de datos y una seria falta de coordinación entre las diferentes instituciones del Gobierno que se ocupan de la violencia contra las mujeres”, subrayó.
Ante esta situación, la AI exigió al Gobierno de Guatemala que acelere las investigaciones penales sobre homicidios de mujeres y modernice los servicios forenses, para que se inicien las correspondientes investigaciones.
