Compañeros de Yolanda Moreno están dispuestos a declarar y hacer lo necesario para que el crimen se aclare
EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Los trabajadores y miembros del sindicato de la Jurisdicción Sanitaria N° VII exigen que se haga justicia y sea esclarecido el crimen de la trabajadora social que fue asesinada el nueve de diciembre de este año en el interior de su domicilio y que era su compañera de trabajo.
La víctima respondía al nombre de Yolanda Moreno Ramírez, de 33 años de edad, soltera y originaria del ejido La Pinta, perteneciente a este municipio. Su cadáver fue encontrado en la segunda planta donde la dejó su verdugo luego de arrastrarla por las escaleras en la propia casa de la occisa ubicada en la cerrada Santa Bábara del fraccionamiento del mismo nombre en la casa N° 231, en el bulevar Torreón-Matamoros.
Hasta el momento se desconoce quién sea el responsable de la muerte de esta mujer, por lo que sus compañeros de trabajo de la Jurisdicción Sanitaria N° VII piden a las autoridades que se ponga énfasis en las investigaciones, pues no existe ningún sospechoso de haber cometido el brutal asesinato.
Según sus colegas, ella era muy puntual y nunca faltaba a su trabajo, estaba como encargada del departamento de almacén donde se planifica la distribución del medicamento a los centros de salud y en ocasiones iba a supervisar que no estuviera caducado además de inspeccionar el material de curación.
?Todos sus compañeros y amigos deseamos que se agilicen los trámites y las investigaciones para que puedan atrapar al responsable?, dice la doctora Ofelia López Ochoa.
Cuando encontraron a Yolanda ella presentaba múltiples golpes en la parte izquierda de la cabeza que según las investigaciones pudo haber sido provocado por un tubo o un martillo además de ser estrangulada. Sólo estaba vestida de la cintura para arriba por lo que existía la sospecha de una posible violación pero las pruebas descartaron esta posibilidad.
?El que hizo esto es un monstruo y es un peligro para la sociedad, queremos que se haga justicia y que no se quede sin solución?, comenta el doctor Alejandro Verano Moreno, del departamento de Enseñanza. Para el delegado sindical, Manuel Robles Rodríguez, también es de suma importancia que se agilicen las investigaciones para que se esclarezca lo más pronto.
?Todos estamos en la mejor disposición de declarar lo que sea necesario para que se resuelva, la compañera era muy sociable y tenía muchas amistades porque era buena persona?, dice Robles Rodríguez. El puesto de la joven asesinada aún no ha sido ocupado, nadie está a cargo del departamento.
Al recordar a Yolanda, las compañeras de almacén de la Jurisdicción Sanitaria N° VII se notan muy tristes y desconcertadas. El sólo hecho de recordar aquel día parece cristalizar sus ojos. ?Es una gran pérdida lamentamos enormemente por lo que ha de estar pasando su familia, ojalá se resuelva pronto porque es una situación muy difícil?, dice la nueva titular, doctora Irma Santoyo Gómez.
A pesar de que la víctima tenía varios años viviendo en la ciudad de Torreón, el asesinato ha conmovido a la comunidad maderense debido a la ferocidad con la que fue cometido.
Se complica
El caso se torna complicado y no hay pistas relevantes para conocer la identidad del o los autores del asesinato de la trabajadora social que fue encontrada sin vida en su casa el viernes nueve de diciembre del presente año.
Eliseo Cabrales Saldaña, supervisor de la Policía Ministerial informó que aparentemente se tienen descartados los móviles del robo y el abuso sexual, ya que no se sustrajeron pertenencias u objetos de valor y no hubo hay signos de ataque sexual.
También es difícil la indagatoria sobre la muerte de Yolanda Moreno Ramírez, de 33 años, al no contar con el arma homicida en este caso, algún objeto contuso, que puede ser un martillo, un tubo o hasta una especie de cincel.
Por su parte, Socorro Ramírez García, agente investigador del Ministerio Público se da a la tarea de declara a todas las personas posibles que tuvieron relación con la finada, tales como familiares, vecinas, amigas, y compañeras de trabajo.
Para el supervisor de la Policía Ministerial existe la posibilidad de que la joven conociera a sus verdugos, ya que las llaves de la casa estaban pegadas a la puerta por dentro y en algunas partes se trató de borrar huellas.