México, (EFE).- El Museo de la zona de Teotihuacán debe cambiar su enfoque de esa cultura como una sociedad pacífica y teocrática, y mostrar que en realidad fue una sociedad bélica y violenta, dijo el arqueólogo mexicano Jaime Delgado.
El experto señaló que se debe remodelar este museo, que recibe a tres millones de visitantes al año, no sólo en sus aspectos operativos, funcionales y de seguridad, sino también de carácter museográfico.
"Su discurso es viejo, es de los años 80, en que se planteaba que Teotihuacán era una metrópoli pacífica. Sin embargo, los recientes hallazgos en la Pirámide de la Luna presentan evidencias de que era una sociedad bélica".
Teotihuacán ("El lugar de los dioses", en lengua indígena), es uno de los centros arqueológicos más importantes de las culturas prehispánicas y floreció a partir del año 600 a.C. hasta el siglo IX de nuestra era.
Los investigadores encontraron pruebas de que este centro religioso, político y comercial no era una sociedad consagrada a estudiar los fenómenos astronómicos, como se pensaba anteriormente, sino una cultura que practicaba los sacrificios masivos de prisioneros enemigos.
El arqueólogo indicó que gran parte de las piezas que se exhiben pueden ser sustituidas por las halladas en las recientes excavaciones.
En cuestión museográfica señaló que no sólo es importante la inclusión de nuevas piezas, sino además dar una lectura en la que se incluya a las piezas en su contexto histórico.
Destacó que la museología ha evolucionado, "es mucho más interactiva y didáctica".
Además, Delgado señaló que se debe actualizar los sistemas de seguridad del museo.
Delgado, quien se encuentra adscrito al Centro de Estudios Teotihuacanos, advirtió la urgencia por renovar los sistemas de seguridad antes de que ocurra un robo.
Dijo que el sistema de circuito cerrado no sirve, mientras que el sistema para combatir incendios no se le ha dado mantenimiento desde su apertura que data de hace diez años.
Señaló que por el número de visitantes, este museo sólo es superado por el Nacional de Antropología, en la Ciudad de México.
El arqueólogo mencionó que tanto el director de la zona, como el Instituto Nacional de Antropología, han mostrado interés por esta remodelación, pero faltan recursos.