Los países participantes en una conferencia internacional en Bruselas prometieron ayudar a Irak a asegurar el orden, rejuvenecer su economía y redactar su nueva constitución.
Bruselas (EFE/AP).- La conferencia internacional sobre Irak, que reúne a las primeras autoridades del gobierno iraquí con ministros de 85 países y organizaciones internacionales, se inició hoy, miércoles, en Bruselas
Estados Unidos y la Unión Europea (UE) pidieron que el mundo ayude a Irak, al tiempo que instaron a que Bagdad garantice que la minoría musulmana sunita pueda jugar un papel en el futuro del país.
En esta cita, el propio ministro iraquí de Exteriores, Hoshyar Zebari, y la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, reclamaron a los Estados de la región, y en particular a Siria, mayores esfuerzos para impedir el acceso de terroristas a territorio iraquí.
Los representantes de Irak habían presentado en la conferencia internacional sus planes de reformas y exhortaron al mundo a ayudarle.
El primer ministro iraquí Ibrahim al-Yafari y su ministro de Relaciones Exteriores Hoshyar Zebari, junto con otros miembros de su gobierno de transición, explicaron sus reformas en la conferencia de un día a la que asistieron más de 80 directivos de la ONU, la UE, Estados Unidos y naciones tan lejanas como Fiji.
"Lo que necesitamos de ustedes es exactamente lo que sus pueblos necesitan de ustedes: los niños de Irak son como los suyos _ no quieren perder a sus padres y quedar huérfanos", dijo al-Yafari. "Las mujeres de Irak son como las suyas _ no quieren perder a sus esposos para quedar transformadas en viudas".
"Os hemos presentado nuestra visión y nuestras prioridades. Ahora les corresponde examinar todos estos elementos y estas prioridades para ver en qué pueden ayudar", indicó al concluir su discurso.
Las naciones respondieron adoptando una declaración de respaldo al gobierno de transición y sus "esfuerzos para lograr un Irak democrático, pluralista, federal y unificado, que refleje el deseo del pueblo iraquí, con pleno respeto de los derechos humanos y políticos".
El secretario general de la ONU Kofi Annan dijo que el amplio respaldo ha marcado "un cambio" en la historia de Irak, y agregó que "a la postre, por supuesto, el futuro de Irak resta en las manos de los iraquíes".
El secretario británico de Relaciones Exteriores Jack Straw dijo que la conferencia, aunque no planteó medidas concretas de ayuda, fue "muy animadora" y destacó que los vecinos de Irak respaldan ahora sus gestiones.
"Hace dos años, la mayoría de los estados árabes miraban con extremado escepticismo la posibilidad de que Irak _ tras la medida militar _ pudiese unirse para formar un estado seguro, próspero y coherente. Creo que casi todos ellos se han visto aliviados con este avance".
La secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice indicó que "hemos escuchado el desarrollo de una visión muy positiva para el futuro de Irak. Este es un nuevo capítulo para la comunidad internacional y para Irak".
No obstante, posteriormente indicó a un periodista que Siria debe hacer más para reprimir a los insurgentes que pasar a Irak desde su territorio.
"Siria tiene una responsabilidad _ tiene una responsabilidad con la comunidad internacional, tiene una responsabilidad con sus vecinos _ de no permitir que su territorio sea utilizado para la concentración de personas que causan daños y el caos", indicó en una conferencia de prensa.
La conferencia, copatrocinada por la UE y Estados Unidos, fue convocada para reforzar el respaldo internacional a que Irak regrese a la comunidad mundial, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn.
"Los desafíos son enormes", agregó Asselborn, cuyo país ocupa la presidencia rotativa de la UE. "Estamos aquí para demostrar a Irak, al pueblo iraquí, que estamos a su lado en este difícil periodo de transición".
A cambio, el nuevo gobierno iraquí debe mejorar la seguridad, desarrollar su economía, y "abrir el espacio político a todos los miembros de la sociedad iraquí que rechacen la violencia", dijo Rice. Los líderes internacionales pidieron al nuevo gobierno iraquí, dominado por los chiíes, que incluya a la minoría suní en el proceso político, medida considerada fundamental para reducir la mortífera insurgencia.
El canciller Zebari dijo que Irak tiene mucho por hacer antes de las elecciones generales de diciembre. Bagdad no subestima "los desafíos reales" que encara Irak, desde los continuados ataques de los insurgentes a la llegada de acuerdo con los diferentes grupos étnicos para redactar la nueva constitución, agregó.
"Deseamos un gobierno estable, constitucional y elegido, establecido mediante un proceso democrático", dijo Zebari.
El canciller iraquí insistió que algunos de sus vecinos, como Siria, necesitan hacer más para lograr la pacificación de esa nación del Oriente Medio.
"Creemos realmente que algunos de nuestros vecinos no ayudan todo lo que deberían. Han escuchado nuestro mensaje plena y claramente".
Zebari anunció el miércoles que Egipto será la primera nación árabe que enviará un embajador a Bagdad tras la caída del dictador Saddam Hussein. Jordania siguió el ejemplo y su canciller Faruk Kasraui anunció que su gobierno despachará igualmente un embajador a Irak.
