Provoca la muerte de 26 personas en su paso devastador por Vietnam, China y Tailandia.
EFE
HANOI, VIETNAM.- El tifón Damrey perdió fuerza y se convirtió ayer en una depresión tropical, tras causar la muerte de siete personas en Vietnam, de 16 en la isla china de Hainan y de otras tres en Tailandia.
El Observatorio de Hong Kong informó que a las 14:00 hora local (6:00 Tiempo del Meridiano de Greenwich GMT, por sus siglas en inglés), el ojo del Damrey se encontraba a unos 170 kilómetros al sursuroeste de Hanoi, en la provincia vietnamita de Than Hoa y la fuerza de sus vientos había caído hasta los 38 kilómetros por hora.
Los meteorólogos clasifican a una tormenta como tifón cuando sus vientos sostenidos superan los 120 kilómetros por hora en el recorrido.
Aunque el ?Damrey? se apaga, grandes áreas de las provincias vietnamitas de Quang Ninh, Nam Dinh, Than Hoa, Ninh Binh y Nghe An siguen incomunicadas debido a los cortes de carreteras.
?Cinco localidades de nuestra provincia permanecen todavía inaccesibles y rodeadas de agua?, declaró el funcionario Nguyen Van Thao, del departamento de control de inundaciones de Thanh Hoa, provincia donde los daños a propiedades, infraestructuras y cosechas se eleva a 5.2 millones de dólares, según los cálculos provisionales.
En Nam Dinh, el 40 por ciento de las cosechas se ha echado a perder.
Unas 300 mil personas fueron evacuadas como prevención ante la llegada del tifón Damrey al país, donde tocó tierra el martes pasado.
Los primeros desplazados empezaron ayer por la tarde a regresar a sus hogares, o a lo que queda de ellos, porque en tan sólo media hora el ?Damrey? destruyó diez mil viviendas en Than Hoa.
?Hoy me decidí a volver a la casa, pero sólo he podido encontrar unos trozos de madera?, aseguró Pham Thi Hong, un habitante de 63 años.
OFRECEN RECOMPENSA POR CADÁVERES
Un político tailandés ofreció ayer una recompensa de 100 mil bat (dos mil 430 dólares) por la recuperación de los cadáveres embalsamados de sus padres, arrastrados por las aguas de las inundaciones causadas por el tifón Damrey.
Wasit Payakabutra, miembro del partido gobernante Los Tailandeses Aman lo Tai (Thai Rak Thai), tenía desde hace casi un año los cuerpos de los dos difuntos en ataúdes que guardaba en un cobertizo anexo a su casa de la provincia norteña de Lampang.
En el rito budista es frecuente que las familias conserven los cadáveres de sus seres queridos hasta el día en que los monjes consideran que es una fecha propicia para proceder a su incineración.