Washington, (EFE).- Los tratamientos hormonales pueden aplazar, pero no prevenir, los síntomas de la menopausia, según un nuevo estudio liderado por la Universidad de Massachusetts.
El informe, que saldrá publicado mañana, miércoles, en la revista "Journal of the American Medical Association", señala que un 55 por ciento de las mujeres que interrumpieron la terapia de reemplazo de hormonas volvieron a sufrir los sofocos, los cambios de humor y los calambres típicos de la menopausia.
Un 21 por ciento de las participantes a las que se suministró un placebo, o sustancia sin acción terapéutica, aseguró también volver a sentir los males típicos de la cesación de la menstruación.
El estudio clínico conocido como Iniciativa para la Salud Femenina tuvo que ser interrumpido en 2002 cuando los investigadores descubrieron que la terapia hormonal aumentaba los riesgos de cáncer de seno, problemas cardíacos y derrames.
Muchas de las mujeres en el estudio decidieron interrumpir la terapia abruptamente, lo que permitió que los investigadores pudieran observar a partir de ese momento la evolución de las participantes que dejaron de tomar las pastillas.
Tras los hallazgos de 2002, los médicos recomiendan a las mujeres que todavía quieran recibir hormonas que utilicen la dosis más baja posible durante el menor periodo de tiempo.
Cuatro de cada cinco participantes en el estudio logró cierto alivio al utilizar métodos tan sencillos como beber mucho líquido.
La investigación descubrió que los síntomas de la menopausia pueden durar mucho más de lo que normalmente se cree.
Así, más de una tercera parte de las mujeres que reconocieron sentirse mal tras poner fin al tratamiento tenían entre 60 y 70 años, al menos 10 años más que la edad media de la menopausia.
Durante mucho tiempo, se creyó que los síntomas desaparecen unos años después de que las mujeres tengan su último periodo y que tomar hormonas puede ayudar a aliviar el malestar, aunque hasta ahora faltaban evidencias científicas sobre la duración de la menopausia.