Gerardo Beuchot trabaja en el mural que adornará el Edificio Municipal Centro Histórico
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La persistencia, la tenacidad y perseverancia son palabras sinónimas, que se entrelazan de manera significativa y armónica para caracterizar el espíritu de lucha inquebrantable de los hombres que nacieron en estas tierras y que inspirados por los primeros pobladores, dieron vida al Torreón de Hoy.
Este Torreón que al paso de los años se ha convertido en una ciudad con economía tan diversificada, se perfila a pasos firmes hacia mejores derroteros de desarrollo y proyección como una gran urbe.
La historia de lo que fuimos como ciudad, nuestro presente, así como el reto de lo que vendrá, en medio de metáforas y hermosos juegos de colores, son elementos que quedarán plasmados precisamente en el mural Persistencia que realiza actualmente el pintor Gerardo Beuchot Puentes.
Fue iniciado el diez de noviembre, y deberá estar listo para finales de febrero en el antiguo edificio del Banco de México, que ahora alberga oficinas alternas del Ayuntamiento de Torreón; mide 13 metros de ancho por casi tres metros de alto, es un panel hecho de yeso y herrería preparado con un sellador especial, donde se marcó un boceto en forma previa para dar paso luego al colorido a base de acrílico, paso por paso, idea tras idea.
El aspecto humano, el sentido de pertenencia, la sensibilidad hacia los valores propios de una sociedad cada vez más comprometida con su entorno, dieron impulso a esta obra que se enfoca al hombre netamente.
Para Gerardo Beuchot, el muralismo ya no es meramente un concepto, es una realidad pues al paso del tiempo y conforme obras como esta figuran en edificios públicos, en escuelas, en teatros, se va creando una especie de “apetito” por lo que representa y en ese proceso, se van difundiendo de manera masiva, valores culturales de mayor trascendencia.
Un mural es una manifestación artística donde el pintor plasma, la identidad de un pueblo, cómo viven, sueñan y trabajan quienes lo habitan y en este caso, los torreonenses, de manera que la gente al observar el mural podrá captar, sentir y vivir con la propuesta, lo que son nuestros orígenes, todo bajo una temática capaz de transmitir emociones y magia, a través de un estilo figurativo, no tanto realista, pero sin embargo, plagado de metáforas sin caer en lo abstracto.
Señala que fue a propuesta de la Dirección de Obras Públicas que se realiza este trabajo, básicamente pensado en exaltar el potencial cultural y turístico de una ciudad como Torreón que aunque joven, tiene ya mucho qué contar a través de sus personajes, de sus edificios, de sus actividades productivas, del trabajo diario de hombres y mujeres comprometidos con su tiempo.
El mensaje
Un par de mujeres fosilizadas, desnudas, que parecen emerger pero a la vez fundirse en grandes piedras con sus cuerpos tatuados de petroglifos, empiezan la historia, “de izquierda a derecha” se interpreta la obra de arte.
A sus espaldas, aparece una parte del río Nazas con sus hermosas riberas y su flora característica, el gran cauce, con agua en abundancia, exalta todo lo que la región le debe al también llamado Padre Nazas, otrora fuente de vida y progreso y hoy, sólo un lecho seco, sucio y contaminado.
No es fácil unir el pasado con el presente, sin embargo, la pintura logra eso y mucho más, desde los irritilas pescando en el río y las mujeres fosilizadas, el conjunto de figuras y colores, hacen alusión a esta perseverancia, pero también hablan del amor a la tierra.
Para Gerardo Beuchot, la piedra, su color, el concepto filosofal para los alquimistas, es un símbolo que conecta al hombre con un poder superior, crea la sinergia del hombre con la naturaleza y por eso también aparece un “shamán”, que según él es clave, “porque sugiere la necesidad de buscarnos interiormente a nosotros mismos en lo místico, en la divinidad”.
La historia en secuencia cronológica sigue, ahora para ilustrar a las etnias, a los grupos de hermanos que llegaron a Torreón a establecerse en busca de mejores horizontes, dispuestos a trabajar, a enfrentar y vencer adversidades que lo lograron al convertirse en fundamento para muchas actividades como el comercio, que en gran medida tuvo como cimiento a la comunidad china, la agricultura que recibió la mano fuerte de los españoles.
En este espacio, se hace referencia gráfica al misionero jesuita Juan Agustín de Espinoza.
En el mural se describen a continuación elementos trascendentes en la historia como lo son el ferrocarril, las vías, Andrés Eppen -uno de los forjadores de Torreón, con su ánimo visionario-, Federico Wulff, ambos como en una mesa donde observan una maqueta en la que aparecen en alegoría.
También edificios de Torreón hechos de piedra, se esbozan las parcelas de algodón, los cultivos de la uva, una mujer que pide agua; abunda en esta parte la vegetación del desierto, que es un homenaje a esa riqueza inigualable que simboliza hermosura, lucha y un matiz de la naturaleza.
Se ilustra la industria y el comercio como sectores productivos unidos y pujantes, además, la Casa del Cerro y la figura del Torreón del siglo XIX, pues más o menos en ese tiempo, los historiadores consignan que empezó a forjarse la región.
A partir de entonces se inicia el clímax de la obra, porque se esboza el pasado con la figura de un anciano leyendo, sentado en una banca representa el tiempo que se fue y al lado derecho aparece un hombre joven, escribiendo en una moderna lap-top, hablando por teléfono celular como sugiriendo el tiempo por venir, la oferta de modernidad, progreso, enlazados ambos de nueva cuenta por el “shamán” o elemento espiritual que hace una especie de conecte entre el hombre que se fue con el tiempo y el del futuro, que se está gestando en la persona de ese joven que simboliza a Torreón.
Las lecturas pueden ser muchas, el Torreón que aún está por consolidarse, todas las cosas buenas que hay por venir, “todos los engranajes pendientes que hay en los diversos aspectos como la actividad económica, la política, lo social y desde luego, el renglón cultural”.
Gerardo Beuchot también se refiere a las mujeres simbolizadas por piedras en la parte final del trabajo de pintura, esas mujeres con actitud de lucha, de tesón, de búsqueda y fortaleza, abren una especie de cueva imaginaria la cual representa un descubrimiento hacia dónde se quiera perfilar el esfuerzo y ahí es donde surge la interrogante, hacia dónde queremos dirigirlo.
Es así que a finales de febrero el mural Persistencia enmarcará la entrada principal del edificio que albergó al Banco de México en otros tiempos, que ahora es el Edificio Municipal Centro Histórico.
Proyecto de rescate
El rescate y equipamiento del Centro Histórico es una de las prioridades de la actual Administración Municipal, y la adquisición del edificio que durante años albergó al Banco de México se consideró necesaria como uno de los fundamentos para completar una especie de circuito turístico-cultural, en el área comercial más tradicional de Torreón.
En este contexto se decidió que el inmueble construido a base de cantera rosa y estilo arquitectónico contemporáneo tuviera un mural que ilustrara y exaltara los valores de una sociedad, presentando sus personajes, su historia, los símbolos que les dieron identidad y arraigo.
REALCE
El mural Persistencia, del pintor Gerardo Beuchot Puentes, enmarcará la entrada principal de lo que fue el Banco de México, ahora llamado Edificio Municipal Centro Histórico, propiedad del Municipio.
-Estará precisamente en el área de la Tesorería Municipal, a la vista de todos los ciudadanos que acudan a pagar sus contribuciones fiscales o decidan visitarlo, exclusivamente para conocer el inmueble, el cual albergará además el Museo de la Moneda que será creado en 2005, según el director de Obras Públicas, Gerardo Berlanga Gotés.
-Por el lugar donde se decidió instalarlo, que es uno de los edificios más importantes de la ciudad, se le dará ahora especial realce al Centro Histórico y es que además, esta obra de arte al ilustrar la historia pasada con el presente de Torreón, permitirá al estar en un espacio público, ser apreciada en forma masiva en su monumentalidad y temática.
-Esta manifestación artística, que junto con el Canal de la Perla -que registra actualmente una afluencia diaria de cerca de tres mil personas interesadas en conocerlo y apreciar la exposición fotográfica- aunado a las dos calles peatonales, forman ya de manera mucho más amplia un concepto cultural y arquitectónico de excepcional belleza para la zona centro.
-Para Gerardo Berlanga Gotés, el mural Persistencia permitirá que con los años, el edificio municipal aumente su valor, además de que le dará al valor agregado de que tendrá elementos únicos que lo distinguirán de otros inmuebles importantes en la historia del desarrollo regional.
-Destaca, además, el valor artístico de la obra del artista Beuchot, al señalar que un mural en un edificio de la administración pública, representa la fusión de la arquitectura y las artes plásticas (pintura), al servicio de la estética, lo cual forma un complemento singular.
Berlanga Gotés señala que los elementos de referencia histórica considerados en el mural, fueron discutidos y aprobados en su momento por Guillermo Anaya, así como los titulares de las direcciones de Arte y Cultura, Secretaría del Ayuntamiento, Desarrollo Urbano y Obras Públicas.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón