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Plaza pública/Nuevos partidos

Miguel Ángel Granados Chapa

Ayer, cuando concluyó el término para hacerlo, quedaron formalizados los proyectos de dos nuevos partidos, que solicitaron su registro a la autoridad electoral, sin el que es imposible su participación en los comicios federales del año próximo. Dieciséis agrupaciones nacionales manifestaron al IFE su decisión de convertirse en partidos, ya que ese paso sólo es posible, desde diciembre de 2003, a partir de una organización de esa índole. Varias de ellas se unieron para consolidar sus efectivos, y las fuerzas resultantes celebraron este fin de semana la constitución de Nueva Alianza y de Alternativa, cuya designación completa es Alternativa socialdemócrata y campesina.

Nueva Alianza está compuesto sobre todo por miembros de la Asociación Ciudadana del Magisterio, que como su nombre lo indica se nutre con profesionales de la enseñanza (o de la política a partir de su filiación sindical), miembros del SNTE, cuya presidenta es Elba Ester Gordillo.

Aunque los dirigentes del proyecto partidario se empeñan en negarlo, es evidente que Nueva Alianza forma parte del vasto diseño de acción política de quien todavía es secretaria general del PRI. Aunque Roberto Madrazo la instó a definir su pertenencia al comité nacional, y aun al PRI, es claro que la dirigente magisterial no se apartará por voluntad propia del tricolor, dado que como ocupante de la segunda posición en el partido, le compete sustituir al líder nacional, cuando éste resuelva lanzar formalmente la precandidatura en que se afana desde hace varios meses. Uno de los motivos por los que Madrazo no atiende la insistente petición de sus adversarios de abandonar su cargo, consiste precisamente en que aplicar el actual mecanismo de sustitución suscitaría una situación que le es enteramente inconveniente.

Mientras tanto, Gordillo despliega su poder. Volvió como presidenta al liderazgo formal del sindicato del magisterio, que en términos reales no ha perdido desde que asumió la secretaría general en 1989. Desde allí impulsó la partición en dos de la federación de burócratas, y dirige la porción mayoritaria, que ha ganado batallas jurídicas para contar con personalidad propia y no ser mera disidencia de la FSTSE. Conserva y ejerce su alianza con la pareja presidencial, acuerdo que si bien sufrió un severo contratiempo con el despido de Gordillo de la bancada priista en San Lázaro, se manifiesta de otros modos, como en la designación de Miguel Ángel Yunes en la Secretaría de Seguridad Pública, para suplir en los hechos al titular.

Contar con un partido (si, como es previsible, el IFE le otorga el registro) que no se expone a ser flor de un día porque tiene segura una militancia numerosa, la de los maestros que conscientes o engañados pasaron del PRI a Nueva Alianza, pone a Gordillo en situación de promoverse a sí misma u ofrecer la candidatura presidencial a otros aspirantes, entre los cuales cabe no excluir a la primera dama, que habiendo encontrado vacío y oposición en el PAN podría por este camino colmar sus pretensiones.

Alternativa, por su parte, revive los intentos que Democracia Social, Fuerza Ciudadana y México Posible no pudieron consolidar en los dos turnos electorales anteriores. Encabeza el nuevo proyecto Patricia Mercado, que estuvo próxima a ser candidata presidencial en 2000 y tres años más tarde casi logró mantener el registro de México Posible. Su nuevo empeño surge con expectativas mejores que las de 2003, no sólo porque reúne a fuerzas que actuaron antes dispersas, y porque encarna una vez más la perspectiva socialdemócrata (que no ha prosperado antes electoralmente, si bien los programas del PRI y el PRD la recogen en alguna medida). Milita en su favor también el deterioro perredista, que ha acentuado la distancia y aun la repulsa que le expresan ciudadanos necesitados de una opción de izquierda electoral. Aunque no sea sólo ese el factor que determine el futuro de Alternativa a corto plazo, si el PRD no logra reconstruirse (con un nuevo liderazgo a partir de marzo, y nuevo impulso electoral en varias entidades, y quizá una victoria en Guerrero) el partido de Patricia Mercado será visto efectivamente como la alternativa que su nombre ofrece.

Aunque en modo alguno su presencia en el acto de inauguración del nuevo partido significa que ingresará en él o que espere su apoyo en el proceso electoral de 2006, fue significativa la asistencia del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. El ex candidato presidencial del PRD eligió acudir a ese evento ajeno y no al cierre de campaña de Zeferino Torreblanca, el candidato de su partido al Gobierno de Guerrero. Dado que la alta posibilidad de que el ex alcalde acapulqueño obtenga el triunfo en la elección del próximo domingo está siendo combatida por el Gobierno local y el PRI con un ilegal despliegue de recursos financieros y políticos, el PRD concentró el domingo en Acapulco a sus líderes más relevantes, entre los cuales faltó Cuauhtémoc Cárdenas.

El IFE apenas recibió las solicitudes de esos partidos, y decidirá en julio próximo si otorga las patentes correspondientes, y el financiamiento previsto, que asciende a poco más de quince millones de pesos para cada organización. Si son admitidos en la contienda, los nuevos partidos deberán esforzarse particularmente por vencer las reticencias de los ciudadanos a conservar en la liza a las organizaciones emergentes, debido al desprestigio ganado por partidos como el de la Sociedad Nacionalista, si hablamos sólo de los cancelados.

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