Nayarit
hace seis años la oposición ganó el Gobierno de Nayarit con un candidato perteneciente hasta hacía poco al PRI, Antonio Echevarría Domínguez. Fue un accidente, dice el alcalde de Tepic con licencia, Ney González Sánchez, que pretende sustituirlo al obtener el triunfo el próximo domingo. Fue, ciertamente, por lo menos una anomalía pues al año siguiente, en la elección federal, en esa entidad el PRI fue inmune al efecto Fox y con votación arrasadora obtuvo las senadurías de mayoría y las tres diputaciones. En la elección local intermedia de 2002 ganó también las 18 curules de mayoría de la legislatura estatal y 15 de los 18 ayuntamientos, incluido el de la capital. Y en la elección legislativa intermedia de 2003 retuvo los tres distritos federales.
En esos datos y en las preferencias electorales a su favor mostradas en las encuestas, González Sánchez parece capaz de recuperar para el tricolor la gubernatura que su propio padre ganó sin dificultades hace un cuarto de siglo. Dirigente de la CTM en la entidad y miembro prominente de la dirección nacional de esa central, Emilio M. González gobernó de 1981 a 1987 y al año siguiente encabezó la mayoría priista en el Senado. En esos años, de 1990 a 1993 su hijo Ney debutó en la política electoral, como diputado local (cargo al que volvería en 1996). Abogado, empresario a cargo de los negocios de su familia materna en la industria del maíz y la tortilla, notario público, González Sánchez ganó una de las diputaciones federales de 2000, pero pidió licencia para buscar la alcaldía de Tepic, que ganó en 2002 y de la cual se apartó también, para alcanzar la candidatura a partir de la cual el domingo podría obtener la gubernatura.
El resultado del proceso interno priista inconformó al senador doctor Miguel Ángel Navarro Quintero, que como otros miembros del PRI descontentos con los modos de decisión a que antes se sujetaron, renunció a su militancia de 30 años y fue postulado por el PRD. Para ello fue preciso que el ex rector de la Universidad local, Francisco Xavier Castellón, accediera a ser sustituido, lo que hizo motivado por la expectativa de triunfo generada por el paso de Navarro Quintero a la Oposición.
Médico formado en el Instituto Politécnico Nacional y dedicado a la administración hospitalaria y de los servicios de salud, Navarro Quintero fue diputado federal en 1997 y dos años después se presentó como candidato a la presidencia municipal de Tepic, contienda que perdió debido al efecto Echevarría, en el accidente electoral padecido por el PRI. Esa fue la alcaldía recuperada hace tres años por Ney González Sánchez, Otro González Sánchez, Alejandro, ha sido el suplente de Navarro Quintero en la diputación federal y en la senaduría.
Mientras esos acontecimientos ocurrían en el PRI y el PRD, en el PAN el gobernador Echevarría contaba con que su esposa, Marta Elena García Gómez fuera candidata a sucederlo. Desde el año pasado el gobernador pretendió recoser la alianza que lo había llevado al Poder Ejecutivo, pero las condiciones habían cambiado, comenzando por su propia decisión de afiliarse al PAN. Aunque después ha insistido en que es foxista y no panista (lo que es cierto, pues mantiene amistad con el presidente debido a que es el concesionario de Coca-Cola en Nayarit), buscó constituirse en un factor decisorio en Acción Nacional. Cuando esa presencia amenazaba con ser eficaz y conseguir la postulación de su esposa, el comité nacional blanquiazul se anticipó y tomando en sus manos la designación directa del candidato diluyó la esperanza de la pareja gobernante en Nayarit de intentar lo que los Sánchez Ramírez hicieron, con resultado deplorable, en Tlaxcala. La semana pasada la señora Echevarría renunció a continuar en el PAN, expresando su despecho porque sus pretensiones no prosperaron.
Fue designado Manuel Pérez Cárdenas, diputado federal que recientemente se incorporó al PAN, después de una carrera por diversos campos de la administración federal. Fue cónsul general en Houston y antes de ingresar a la legislatura dirigió el fideicomiso que alivió los pesares de los miembros defraudados de cajas de ahorro. Si bien dirigió la Fundación Colosio en su estado natal, no fue propiamente un militante del PRI.
Economista -como lo fue otro gobernador de Nayarit, Roberto Gómez Reyes, egresado también de la UNAM-, la amplitud de la visión de Pérez Cárdenas lo hace quizá poseedor de los instrumentos con que mejor se abordarían los problemas de Nayarit, una entidad muy maltratada por la política gubernamental ineficaz y corrupta. Pero es acaso el que tiene menor posibilidad de ganar la elección del tres de julio. Acción Nacional no contó nunca con importante número de militantes en ese estado donde en cambio la izquierda (representada por la familia Gascón Mercado, en el PRI y fuera de él) había gozado de influencia. La breve relación de Echevarría con el PAN fue engañosa y no se reflejará en votos favorables a ese partido.
Se sabe, en cambio, que la familia del gobernador optó por la candidatura de Navarro Quintero. Por lo menos en el cierre de su campaña, el domingo pasado, a que acudió Andrés Manuel López Obrador, entre el público estaban los hijos del gobernador. Asimismo, colaboradores de Echevarría salieron de sus cargos para sumarse a la campaña perredista. Está por saberse todavía el efecto que esa inclinación tendrá en los comicios y si el gobernador se cubrirá las espaldas. Lo necesita, dada su cuestionable gestión.