EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Pobreza/Nuestro concepto

Tan abultada resulta la suma de problemas que aqueja actualmente a nuestro país, que no falta quién apueste a la niñez, a las próximas generaciones, la posibilidad real de cambiar sustancialmente el orden de las cosas. La premisa es simple: la corrupción mantiene su calidad de aceite que permite funcionar a la maquinaria; está presente en prácticamente todas las actividades de nuestra vida cotidiana, desde la “propina” a algún burócrata, la “compensación” a algún funcionario, hasta la “mordida” a un agente de tránsito. Se trata de una forma de vida que permeó desde hace años –y sigue haciéndolo- a prácticamente todos los sectores de la sociedad.

La corrupción debe amalgamarse con la impunidad que a la vez alimenta la inseguridad para conformar una bebida amarga a la que por desgracia todos nos hemos acostumbrado. El escritor Carlos Fuentes sostiene que los mexicanos son realmente mágicos, ya que sobreviven aún en escenarios que desde la óptica de los extranjeros, parecen imposibles. Efectivamente, los mexicanos se acostumbran a todo, hasta a vivir en medio de la ineficiencia gubernamental y la corrupción como un medio para resolver conflictos. Queda entonces, apostar a la niñez.

Sin embargo, la representante de Unicef en México, Yoriko Yasukawa, parece decidida a despojarnos también de la esperanza: “el 63 por ciento de los niños y niñas de México son pobres, 3.3 millones de menores trabajan y 2.2 millones no van a la escuela”. Así de simple, nuestra esperanza, esas próximas generaciones se encuentran ya en la trampa de la pobreza, esa misma que se retroalimenta hasta terminar por condicionar a los futuros adultos, precisamente en los senderos de la escasa educación, la marginación, la inseguridad y la corrupción.

El informe de la representante de Unicef es por igual contundente y desalentador: persisten las brechas entre las diferentes regiones, etnias y clases sociales del país y –por ejemplo- en una zona urbana, de cada tres niños uno sufre desnutrición, mientras que en las regiones indígenas son dos de cada tres. Así están las cosas actualmente en nuestra esperanza, la niñez mexicana.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 160559

elsiglo.mx