NUEVA YORK, EU.- A Brett Favre lo seleccionaron como el número 33 en 1991 y Michael Strahan fue el 40 un par de años después. Ray Lewis fue el 26 en 1997.
En el sorteo universitario de la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL, por sus siglas en inglés), muchas veces los primeros turnos no arrojan a las futuras estrellas de la liga.
Ello seguramente se repetirá hoy, cuando el comisionado Paul Tagliabue ponga en marcha la edición del draft de este año.
Para los entendedores, no hay nadie fijo entre los primeros diez y es muy posible que los jugadores con más potencial sean seleccionados varios turnos después.
“No existen muchas diferencias entre el turno que nos tocó y los últimos de la primera ronda”, declaró el gerente de los Gigantes de Nueva York Ernie Accorsi, cuyo equipo cedió su selección de la vuelta inicial como parte de la transacción que les permitió fichar al quarterback Eli Manning el año pasado.
Los Gigantes tendrán que esperar hasta el número 43. Accorsi no lo ve mal, diciendo que hay valores de sobra en el reclutamiento.
La realidad es cada vez es mucho más complicado proyectar cuán bien le irá a un jugador en la NFL. Los ejecutivos más inteligentes le están poniendo más atención a la experiencia de juego de los prospectos, en vez de los ensayos previos al reclutamiento.
La primera selección de este año corresponderá a San Francisco -al que por mucho tiempo le tocó ser de los últimos en elegir- tras una temporada en la que terminó con marca de 2-14. Los 49ers barajan tres posibilidades: los quarterbacks Alex Smith de Utah y Aaron Rodgers de California, así como el receptor abierto Braylon Edwards de Michigan.
Smith parece el favorito, pero su agente Tom Condon está exigiendo más dinero del que obtuvo de los Gigantes por Manning.
El dilema de San Francisco, sin embargo, es que éste es un reclutamiento sin nadie que se destaque en demasía sobre los demás.
Así las cosas, muy fácilmente se podrá encontrar buenas fichas muy avanzado el proceso, tal y como ocurrió con los casos de Favre, Strahan y Lewis, hoy en día baluartes en sus equipos. Incluso, muchos jugadores prometedores podrán salir de la segunda y la parte inicial de la tercera rondas.
Los primeros de la fila no parecen llamar la atención, ya que la opinión es que tanto Smith como Rodgers no estarían al mismo nivel que los tres mariscales de campo escogidos el año pasado: Manning, Philip Rivers y Ben Roethlisberger.
Por eso, los equipos con las primeras selecciones quieren canjear sus turnos, pero hay pocos interesados.
“El tengas la segunda selección no significa garantía de éxito”, se quejó el entrenador de los Delfines de Miami Nick Saban, quien no está entusiasmado con sus opciones.
