EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- En espera de un posible incremento a la condena de César Miguel Gómez Alonso, se encuentra el Juzgado Segundo de Primera Instancia del Ramo Penal, luego que hace algunos meses se le sentenció a 34 años y seis meses de cárcel por el delito de matricidio, informó el juez, Pedro Limón Hernández.
Lo anterior, dijo, luego que el Ministerio Público solicitó el recurso de apelación con el objeto de que una autoridad superior revisara el expediente de César Miguel, quien la noche del seis de enero de 2003, ultimó a su madre, Guadalupe Amalia Alonso Carranza, a cuchilladas y golpes en su domicilio de la colonia Fuentes del Sur.
?El Locotón?, como era conocido entre el resto de los miembros de la banda ?Los 13? de la colonia Luis Echeverría, a la cual pertenecía, César Miguel, se confesó adicto al alcohol, marihuana y cocaína. Nunca, desde que fue arrestado por elementos de Seguridad Pública de Gómez Palacio, negó haber dado muerte a su progenitora.
Su sola confesión fue la base para que el proceso al que fue sometido resultara breve. En poco más de cuatro meses se resolvió, cuando se le dictó una sentencia condenatoria de 34 años y seis meses de prisión, por el delito de homicidio en su modalidad de matricidio, dijo Limón Hernández.
La infortunada mujer tenía 41 años de edad. Vivía en Cerrada San Rito No. 317 del citado sector habitacional, donde también habitaban dos de sus hijos: Manuel Alberto y César Miguel, ambos de apellidos Gómez Alonso, de 24 y 20 años respectivamente. Un tercero, de nombre José, reside en León, Guanajuato.
Las primeras indagatorias fueron realizadas por Yolanda Ezqueda Moreno, agente del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, mesa uno, Coordinación ?A?, señalaban a César Miguel como el presunto responsable de la muerte de su madre.
La víctima hizo una llamada a las 16:00 horas del martes, preguntando por su hijo Manuel Alberto y llegó a su casa dos horas después.
Vecinos del lugar comentaban que la familia Gómez Alonso se mantenía apartada, toda vez que con frecuencia se escuchaba música a todo volumen y eran muy quisquillosos para atender las quejas al respecto.
El 11 de enero de 2003, se informó en la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Gómez Palacio, sobre la captura del parricida, cuando deambulaba por las calles Madrid y Praga de la colonia El Campestre, a las 14:30 horas, en actitud sospechosa.
Los tripulantes de la unidad F-190 le marcaron el alto y lo sometieron a una revisión corporal, encontrando una ?paloma? de marihuana. Uno de los patrulleros observaba el rostro del infractor, la cara pareció conocida. El agente regresó a su vehículo y tomó un periódico... ahí estaba una foto idéntica al detenido: el principal sospechoso de asesinar a su madre la noche del seis de enero.