EFE
ROMA, ITALIA.- Los 115 cardenales que participarán en el Cónclave decidirán mañana lunes 18 de abril, una vez comenzado el Cónclave, si votan ya ese mismo día la elección del futuro Papa, informó el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls.
Navarro dijo también que a partir de ese día las votaciones serán dos por la mañana y dos por la tarde y que las “fumatas”, es decir el humo que anunciará al mundo que ya hay nuevo Papa, se producirá, “de manera aproximada”, a las 12 de la mañana y las 19 horas locales (dos horas menos GMT).
Lo previsto es esperar a la segunda votación de cada tanda para quemar las papeletas.
Si se da el caso de que el Papa es elegido en la primera votación, la “fumata blanca” se conocería inmediatamente, sin esperar a esos horarios aproximados, precisó Navarro.
Navarro también fue preguntado por las medidas de seguridad adoptadas para garantizar el secreto de las votaciones y dijo que de ello se ha encargado “exclusivamente” personal de la Gendarmería Vaticana.
La normativa vaticana prohíbe que los cardenales entren con teléfonos móviles u otros aparatos de grabación.
Navarro aseguró que en la Capilla Sixtina, lugar donde se celebrarán las votaciones, no habrá cobertura telefónica.
Durante los días que dure el Cónclave los jardines vaticanos y la cúpula de San Pedro no podrán ser visitadas por los fieles, aunque sí seguirá abierta al público la basílica y las Grutas Vaticanas, donde está sepultado Juan Pablo II.
EN LATÍN
Cuando los cardenales voten en el Vaticano para elegir al próximo Papa, pronunciarán un juramento ante Dios en latín y después depositarán las papeletas escritas en ése, el idioma oficial de la Iglesia.
Sin embargo, el escrutinio de los votos o la comparación de las notas entre las votaciones se hará, casi con seguridad, en italiano.
Muchos de los “príncipes de la Iglesia” estarían perdidos si un cardenal se acercara a su lado y comenzara a preguntarles su opinión hablando en latín.
El idioma clásico sirvió a la Iglesia durante siglos como vínculo entre el alto clero católico. Los 115 cardenales que elegirán al próximo Papa vienen desde todo el mundo y entre ellos es posible diferenciar decenas de lenguas maternas.
Pero el desuso del latín en la Iglesia, que primero dejó de utilizarse en las misas (en 1965) y poco después en las universidades para sacerdotes de Roma, ha implicado que el lenguaje diario del Vaticano, el italiano, se haya convertido en la norma.