Madrid, (EFE).- Los primeros pobladores del continente americano y los primeros australianos tenían un ancestro común, que habitaba en el sureste asiático, por lo que serían como "primos" según el modelo poblacional de la América temprana que sostiene el investigador argentino Rolando González.
González, que analiza en Madrid la conquista de América por el Homo sapiens, explicó a EFE que en la actualidad se discute si los primeros pobladores de ese continente provenían del noreste asiático, como defienden las teorías clásicas, o si se dio un origen compartido entre pobladores del noreste y del sureste de Asia.
El equipo con el que trabaja González defiende un modelo de poblamiento "más complejo" que sostiene el doble origen, ya que, como explica González, una parte de los primeros Homo sapiens americanos se correspondería con una población que ocupó el sureste asiático a finales del Pleistoceno (hace entre 15 mil y 20 mil años).
Esa población ancestral de América, que habría dado lugar también a los primeros australianos, es uno de los "stocks poblacionales" de la América temprana, mientras que la otra se completaría con los amerindios que llegaron desde del noreste asiático.
Ambos grupos, explicó el investigador, se encontraron dentro del continente americano, habiendo diferencias sobre el predominio de cada población en función de las zonas.
El acceso al continente se produjo, según González, por el estrecho de Bering y pudo darse siguiendo la ruta "típicamente terrestre", ya que hace 12 mil años, en la transición pleistoceno-holoceno, el nivel del mar era en torno a los 150 metros inferior al actual, y permitía el acceso de Asia a América mediante un puente terrestre.
No hay evidencias que apunten a otros puntos de entrada, aunque lo que sí podría haber sucedido es que entrasen por la misma región de Bering, pero siguiendo una ruta costera.
Uno de los principales yacimientos arqueológicos de los primeros pobladores americanos, indicó González, se sitúa en Arlington Spring (California), donde se han encontrado esqueletos humanos -"una evidencia directa"- de hace 13 mil años.
También se han rescatado importantes "evidencias indirectas", es decir restos de herramientas y construcciones, en Monteverde (Patagonia Chilena) de hace 12 mil 500 años.
Esos 500 años que separan las evidencias encontradas en el norte y en el sur pudo ser el tiempo necesitado para la dispersión, ya que según explicó el investigador sólo hay constancia de que los pobladores hayan entrado por la región de Bering.
Este complejo modelo poblacional que propone el investigador está planteado a partir de diversos estudios de restos humanos y se apoya en las evidencias de la dinámica de los glaciares (estudios paleo-climatológicos).
Además, destacó González, los estudios de ADN en poblaciones modernas se muestran a favor de este modelo más complejo "al igual que los restos arqueológicos".