Anuncia Chirac la creación de un servicio civil voluntario para ayudar a jóvenes de barrios a "ir hacia el empleo".
París, (EFE).- En una reunión extraordinaria, el Gobierno francés dio hoy luz verde a un proyecto de ley para prorrogar tres meses el estado de emergencia con el fin de poner freno a los disturbios urbanos, cuya intensidad baja de forma significativa.
Ante su equipo gubernamental, Chirac precisó hoy que esta prorroga del estado de emergencia debe ser "estrictamente temporal" y se aplicará "sólo donde sea estrictamente necesario y de pleno acuerdo" con los cargos electos locales, según dijo a la prensa el portavoz del Gobierno, Jean-Francois Copé.
Se trata de una "medida de protección y de precaución", añadió Chirac, muy criticado por su escasa implicación en la crisis.
La "gravedad y la extensión a numerosos centros urbanos" de la ola de violencia, dirigida "sin distinción contra las personas y los bienes, justifican esta medida", según el comunicado publicado tras la reunión del Consejo de ministros, adelantado dos días.
Según la ley del estado de emergencia adoptada en 1955 durante la guerra de Argelia y resucitada para esta crisis, el Gobierno sólo puede aplicar esta medida de excepción durante 12 días, y, a partir de ahí, toda prorroga debe ser aprobada por el Parlamento.
Dado que el actual estado de emergencia, que permite el establecimiento de toques de queda nocturnos y otras medidas, expira el próximo día 20, el trámite parlamentario del proyecto de ley para prorrogarlo comenzará sin tardanza, y lo hará mañana mismo.
Será a partir de las 16.30 (15.30 GMT) de mañana, martes, cuando la Asamblea Nacional (cámara de los diputados) comience su análisis, tras la habitual sesión de control al Gobierno.
La adopción de la futura norma, a la que el Gobierno "podrá poner fin por decreto del Consejo de ministros antes de la expiración de los tres meses" previstos en el proyecto de ley, se perfila como un mero tramite, pues la conservadora y gobernante UMP tiene mayoría tanto en la Asamblea Nacional como en el Senado.
La prórroga de esta medida de excepción se justifica por la "amplitud inquietante" que han llegado a alcanzar los altercados en ciertos barrios difíciles, según la nota del Consejo de ministros.
Es "necesario -añade- que las autoridades públicas puedan, si hace falta, recurrir a las medidas previstas por la ley del 3 de abril de 1955 todo el tiempo que subsista un nivel anormalmente elevado de ataques graves contra el orden y la seguridad".
En la decimoctava noche consecutiva de disturbios, que afectaron a 120 ciudades y localidades, los alborotadores quemaron 284 vehículos y se procedió al arresto de 115 personas, según los datos definitivos de la Dirección General de la Policía Nacional (DGPN).
Estos datos confirman una tendencia a la calma y reflejan una disminución significativa de los actos vandálicos desde la entrada en vigor del estado de emergencia, tendencia rota sólo en la noche del viernes al sábado en la que se registró un pequeño repunte, señaló el director general de la Policía Nacional, Michel Gaudin.
Gaudin anunció, además, la puesta en marcha de ocho operaciones policiales para identificar y detener a autores de los disturbios.
Esas operaciones, encargadas en su mayoría a la policía científica y a los Grupos de Intervención Regional (GIR), se llevan a cabo en barrios difíciles y el objetivo es que dejen de ser "zonas de economía subterránea" y de "tráficos", dijo Gaudin.
Unas cuarenta ciudades francesas siguen bajo el toque de queda en virtud del estado de emergencia que entró en vigor el miércoles pasado, al día siguiente de su aprobación en Consejo de ministros.
En un nuevo giro de tuerca, el alcalde de Draveil (Essone, afueras de París), de la UMP, ha decidido suspender con carácter "inmediato" las ayudas sociales a las familias de los alborotadores.
Mientras, se esperan en los próximos días las primeras expulsiones de extranjeros implicados en la ola de disturbios, según el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy.
Chirac se pronuncia
El presidente francés, Jacques Chirac, llamó hoy a todos sus compatriotas a movilizarse contra las discriminaciones, ante el "profundo malestar" y la "crisis de referentes y de identidad" de jóvenes de barrios difíciles de Francia, escenario de disturbios desde hace casi tres semanas.
En su primera intervención televisada sobre la crisis, anunció la creación de un servicio civil voluntario para ayudar a esos jóvenes a "ir hacia el empleo", un proyecto que concernirá a 50 mil de ellos en 2007 y que asociará "el acompañamiento y la formación".
Además, anunció consultas, incluso con patronal y sindicatos y medios audiovisuales, a favor del reconocimiento de la "diversidad".
"No construiremos nada duradero sin respeto", "si dejamos que crezcan el racismo, la intolerancia, el insulto", "sin combatir este veneno para la sociedad que son las discriminaciones", y "si no reconocemos y no asumimos la diversidad de la sociedad francesa", que es "una riqueza y una fuerza", afirmó el jefe de Estado.
Criticado por su escasa implicación pública frente a las violencias, protagonizadas por jóvenes en decenas de zonas desheredadas del país, focos de paro, pobreza, delincuencia y con una alta concentración de personas procedentes de la inmigración, Chirac trató de retomar la iniciativa con esta declaración "solemne", radio-televisada, de unos 15 minutos, desde el Elíseo.