EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Según el propio presidente José Luis Marrufo Álvarez, para hoy se suponía que estaría lista la primera etapa del edificio de lo que será el nuevo rastro municipal, sin embargo, todo parece indicar que requerirá de mucho más tiempo.
“El otro tenía más de 50 años operando, es obsoleto, éste es más nuevo, se va a operar con mayor higiene, habrá un mejor servicio y podremos saber que estamos consumiendo carne sana, lo más probable es que para el día 22 ó 23 ya está lista la primera etapa”, comentó el presidente municipal.
La arquitectura aún no ha tomado forma debido a que ni siquiera se encuentra terminada la obra negra, que se ubica en la carretera al ejido Lequeitio y dista mucho de estarlo en los próximos días a menos de que -como todo parece indicar- la primera etapa también se quede a medias.
La construcción de un nuevo rastro se volvió indispensable debido a las condiciones completamente insalubres en las que se descubrió que el viejo rastro operaba y de hecho actualmente sigue operando. Primero se manejó que se construiría dicha obra en lo que restaba de la Administración saliente, pasó el tiempo y el Ayuntamiento informó que no podría quedar completamente terminado, sólo la primera etapa, es decir, se quedaría a medias.
En la primera etapa debían estar perfectamente terminadas la sala de matanza y la sala de oreo, según informó el propio administrador del rastro municipal, Jesús Hernández Murillo, quedando pendiente la segunda etapa que consiste en los cuartos fríos, las oficinas y los corrales de engorda.
Para dar por concluida la primera etapa debían afinarse detalles como era una zona de carga eléctrica para los rieles donde irá un artefacto que cargará las canales de los animales, el block debería estar cubierto de vitropiso, además de contar con el hidromático y el desagüe.
Sin embargo, para como se encuentran los avances, parecería que también la primera etapa se quedará a medias. El lugar podría pasar completamente desapercibido si no es por el anuncio municipal que indica la cantidad que se invirtió en la obra: un millón 400 mil pesos.
Dicha inversión a simple vista no es notoria debido al espacio reducido que tiene la propiedad, el material del que fue construido y las condiciones en las que se encuentra el edificio, pues más que el nuevo rastro municipal parecería una bodega donde aún se les puede ver a dos albañiles ocupándose de poner algunas tiras de block que faltan. Nada está listo.
“No costó eso”
Para los habitantes de Lequeitio, el poblado más próximo de lo que será el nuevo rastro municipal, la inversión que el presidente municipal asegura que se hizo en la primera etapa del rastro no es notoria.
“Yo no creo que se hayan gastado eso, a lo mucho se gastarían unos 300 mil pesos y se me hace mucho, ellos (las autoridades) creen que uno no se da cuenta, esa obra no costó eso pero como ya se van lo que quieren es salir del paso”, dice José Francisco Reyes, de oficio albañil y originario del ejido La Virgen.
Según informó el titular del departamento de Obras Públicas, Tomás Botello de León, en el rastro se invirtió un total un millón 350 mil pesos sólo en la primera etapa. “Estamos hablando de que está en obra negra, se metió tubería para la electrificación y contará con una fosa séptica”, señala Botello de León.