Pekín, (EFE).- Uno de los policías que arrestó a She Xianglin, encarcelado durante once años por matar a su esposa, que apareció viva el pasado marzo, se colgó en un cementerio en la provincia central de Hubei, informa la prensa local.
Pan Yujun, de 42 años, se suicidó después de ser interrogado en relación con el caso de She, sentenciado a 15 años de prisión por asesinar a su mujer, que había abandonado el hogar sin dejar rastro en 1994 por la pobreza y frustración de su vida conyugal.
Pocos días después de su huida, la policía halló el cuerpo sin vida de una fémina cerca del hogar del matrimonio y decidió achacar la muerte a She sin efectuar prueba alguna al cadáver.
She denunció, tras recuperar la libertad, que los agentes lo torturaron hasta confesar el supuesto crimen, sembrando de nuevo las dudas sobre los métodos empleados por el sistema judicial chino, denunciado por los grupos de derechos humanos a causa de su mano ligera a la hora de usar la violencia.
Según el diario independiente "South China Morning Post", el agente suicida llamó a su esposa para decirle que no podía aguantar más la situación, que la presión era demasiada y que no quería seguir viviendo.
"Yo no quería que esto sucediese. Pasara lo que pasara, no debería haber elegido ese camino. No hay nada que no se pueda superar. Debería haberse enfrentado a ello. Tenía una mujer y un hijo", declaró She al rotativo.
Además de Pan, otros oficiales están siendo investigados por su responsabilidad en el injusto encarcelamiento, entre ellos Lu Dingcheng, jefe de la pesquisa que llevó a She a la cárcel y que posteriormente fue promovido a subdirector del Buró de Seguridad Pública del condado de Jingshan, según el diario "China Daily".
